Entrevista del Papa Francisco con Valentina Alazraki para el medio de comunicación mexicano Televisa
P.- Ha habido muchos escándalos, ha
habido quizás algunos errores, ha habido silencios, ha habido ataques
crecientes por parte de grupos incluso católicos y fieles que no están de
acuerdo con su toma de posición sobre diferentes temas. Hasta le han acusado de
ser hereje, han pedido su renuncia, en fin: no ha faltado nada. Usted gozaba de
una popularidad extremadamente grande con los medios. Usted no sé si lo sabe,
pero ¿sabe cómo le llamábamos durante años? "Teflón" porque se le
resbalaba todo. Sabe, desde cualquier cosa que usted hiciera, a lo mejor, no
tan correcta, pero los medios le perdonaban todo, cosa que no vimos con su
predecesor, el Papa Benedicto, que cualquier cosa que hiciera se le iban en
contra ¿no? Ahora esta luna de miel con los medios siento que se ha acabado un
poco. Yo quisiera, si fuera posible, que usted me dijera si se ha percatado de
este cambio, de estas dificultades, ¿cómo las ha vivido usted?
R.- Tú me hablas de los medios: la palabra
luna de miel me resulta demasiado dulce.
P.- Pero fue, ¿así se decía no?
R.- Acuérdese que mi primera expresión
cuando llegué a la rueda de prensa en el avión: ‘al foso de los leones’…
P.- Eso se lo dije yo, si tenía
miedo de venir a las jaulas de los leones...
R.- Yo con los medios me siento bien, creo
que solamente una o dos ocasiones en estos seis años tuve que, con mucho
respeto, pero pararlo a alguno que corrigió la pregunta, no, respecto a las
enfermedades africanas y otra, no me acuerdo que fue... Pero yo me siento
cómodo, le digo la verdad, ¿no? El foso de los leones pero cómodo y voy muy
suelto de cuerpo, ¿no? Y en general las preguntas son respetuosas.
Evidentemente que al haber problemas más
agudos, las preguntas pueden ser más difíciles de responder para mí, pero eso
no quiere decir que yo me sienta distanciado de los medios, no, eso lo puede
decir, yo me siento cómodo con ustedes. Y les agradezco porque tienen
paciencia. Además les tengo compasión, en el buen sentido de la palabra ¿no? Un
viaje, apretados así, como 'piojo en costura'... Yo los admiro por eso. Me
siento cómodo y el saludarlos no es un gesto diplomático, lo siento de corazón
que se merecen al menos que uno les salude y les pregunte cómo están, ¿no?
P.- Eso es muy apreciado.
R.- Pero me sale del corazón. Así que, yo
no tengo esa impresión que se hayan alejado, no. Me siento bien, incluso,
cuando tuve que corregir algunas cosas en enero cuando empezó el año este
pasado, en el viaje de Chile ¿no? Las cosas fueron dichas con respeto. Y
yo me refiero a los medios con los que dialogó usted, ¿no? Pues,
dirán de todo ¿no? Incluso alguno me ha ayudado, alguna pregunta me
ha hecho pensar, ¿no? Sobre todo en el viaje de Chile que me di cuenta que la
información que tenía no era lo que yo había visto. Y creo que en gran parte
fue alguna de las preguntas hechas con mucha educación en el viaje de vuelta.
P.- Yo le iba a preguntar
justamente también del viaje a Chile porque seguramente de los que yo recuerdo
me parece que fue el más complicado. Porque claro, usted llegó y entendió que
se había equivocado pues ¿no? No creo que se haya dado cuenta enseguida porque
creo que en el viaje todavía defendió a Mons. Barros pero algo evidentemente
tuvo que ver que ya le hizo pensar que estaba mal.
R.- Sí, sí, fue al final cuando respondí a
esa periodista ¿se acuerda? Al final. Antes de la misa. Entonces, frente a
la reacción... acá pasa algo. El viaje de vuelta me
ayudó bastante a ver y finalmente cuando llegué acá pensé, recé, pedí consejo y
decidí mandar un visitador apostólico, el cual destapó lo que yo no sabía. Fue
una ayuda, yo me siento ayudado con eso, ¿no?
P.- Pero ahí, no sé la lección que
usted haya aprendido, a parte que fue una gran muestra de humildad de su parte
reconocer que se había equivocado porque no todos lo hacen. Pero creo que ahí
quedó bastante evidente todos los filtros que hay, es decir, a la mesa del Papa
uno piensa que sería normal que llegara toda la información, pero hemos visto
en casos anteriores, también hubo casos, el caso Maciel, hubo ahora el caso
Barros, en Perú, en Estados Unidos. No todo llega a la mesa del Papa, quiere
decir que hay filtros, desde los nuncios, a los obispos, a algunos cardenales.
Entonces eso es un síntoma de corrupción dentro de la Iglesia, ¿lo ve así?
¿Cómo lo ve usted y cómo lo puede arreglar? Para que no se repita...
R.- Evidentemente hay que arreglarlo y hago
los esfuerzos para arreglar cuando hay esas cosas. No siempre es corrupción
así... a veces es estilo curial - sí, que en fondo hay una ley de corrupción -
pero es un estilo que hay que ayudar a corregir y se trabaja bien, mis
colaboradores trabajan bien con esto. Es gente leal, que se mueve para esto,
pero... evidentemente el hecho es verdad: llega una información que no responde
a la realidad. Sí, después alguno dice, "sí nosotros habíamos
informado, habíamos dicho..." Sí, pero... la verdad es que en los dossier preparados
no estaba eso porque la mayoría acá tampoco lo conocía, ninguno de mis
colaboradores, ni el Secretario de Estado, ni el encargado de los asuntos con
los Estados conocía esas cosas.
Pero, el Señor nos ayuda, vio, se está
trabajando bien, incluso el diálogo con las personas abusadas en Chile funciona
muy bien, a algunos los he recibido acá, o sea, se dieron cuenta que la Iglesia
los quiere y que está dispuesta a poner punto final a ese asunto y con todo lo
que cuesta, con todo lo que cuesta de esfuerzo y también de oración y pedir al
Señor que me ilumine para no equivocarme y en este nombramiento, en este otro
¿no?
P.- Es decir, el discernimiento a
la hora de escoger sus colaboradores es algo que está bajo la vista de todos y
de hecho, podemos hablar también de esto, de cómo usted escoge a sus
colaboradores que no siempre han dado excelentes resultados. Bueno, ya
hablaremos de eso o si quiere podemos hacerlo enseguida: me viene a la mente el
C9, empezó como C9, estamos en seis, está el cardenal Pell, está el caso del
cardenal chileno también por encubrimiento, en fin, qué pasa ahí, se juzga mal
a los colaboradores, digo, se escogen mal, los escogió mal o había poca
información para que usted los nombrara y luego resultaron que....
R.- El cardenal Pell trabajaba acá en la
Curia y lo traje yo porque me lo habían pedido, ya estaba a punto de ser
nombrado aquí antes, y había habido una huella pero hubo un juicio en el cual
quedó limpio, entonces... Primero, por qué 9: eran uno por cada continente y
después uno por el Governatorato, un coordinador. Ahora 6 ¿por qué? Y porque
tres se jubilaron, vamos, pasaron. El de Chile, el cardenal Pell y el del
Congo. Y estamos funcionando bien con seis entonces para que sumar si esto está
funcionando bien en esta etapa, no es cierto.
P.- Bueno, yo decía se jubilaron
pero en fin. ¿O los jubiló Papa Francisco?
R.- El cardenal Pell obviamente que está
preso y está condenado, bueno apeló, pero está condenado. El cardenal Errázuriz
ya no podía seguir ahí, era obvio. Y el cardenal Monsengwo ya cumplía 80 años.
Y entonces, bueno, razones de edad. Quedó con 75 Rodríguez Maradiaga porque es
el coordinador y Bertello, que tiene más de 75 porque es el gobernador. Del
gobernador y del coordinador no puedo prescindir.
P.- Del coordinador ha habido, ha
llegado...
R.- Ah bueno, al pobre le dirán de todos
lados pero no hay nada aprobado, no, en ese aspecto es de una... es honesto y
me preocupé en averiguar bien las cosas. Ahí son calumnias.
P.- Del cardenal Maradiaga...
R.- Sí, sí. Porque nadie me pudo probar
nada. Por ahí se equivocó en alguna cosa, equivocaciones ha tenido algunas,
pero no del nivel que le quieren colgar. Eso es importante así que en eso lo
defiendo. Y después quedan los otros.
P.- Eso el C9. Hablando siempre de
la falta de información o que no le llega todo, en Argentina por ejemplo los
medios dicen que habían informado sobre Mons. Zanchetta que ustedes acá en el
Vaticano sabían, usted lo trajo para acá, lo puso en un puesto que creó
prácticamente de la nada para él, eso la gente no entiende...
R.- No pero hay que explicarle a la
gente.
P.- Por eso me gustaría que usted
lo explicara.
R.- ¿Quiere que lo explique ahora? Lo hago
con gusto.
P.- Si usted quiere....
R.- Sí. Entonces ellos antes que yo le
pidiera la renuncia, hubo una acusación y yo inmediatamente lo hice venir a él
acá con la persona que lo acusaba y explicarla. Una acusación con
teléfono.
Valentina Alazraki
Vatican News
* Nota del blog: Dada la extensión de la entrevista, la iremos publicando en días sucesivos