EL PAPA A LOS MISIONEROS: NO TENGAN MIEDO DE ABRIR NUEVOS CAMINOS

En la audiencia a los participantes en el Capítulo General de las Sociedad de Misiones Africanas, el Papa eleva su oración por el Padre Maccalli secuestrado en Níger y por aquellos que arriesgan sus vidas por el anuncio del Evangelio

Audiencia del Papa a los participantes en el Capítulo General
de las Misiones Africanas  (Vatican Media)
“Perseverar en su compromiso, al servicio de los niños y de las personas más vulnerables”: fue éste el aliento del Papa a los participantes en el Capítulo General de las Sociedad de Misiones Africanas, recibidos en la mañana de este viernes en la Sala del Consistorio.

Tras dar la bienvenida a los 80 participantes en la Asamblea General que tiene lugar en Roma, el Pontífice evidenció en su discurso la gran obra de evangelización que la Sociedad de Misiones Africanas realiza en su país, “especialmente entre las poblaciones rurales más alejadas, donde la comunidad cristiana sigue siendo frágil o inexistente” y la “voluntad de desarrollar nuevas formas de presencia entre las personas de origen africano en otras partes del mundo, con especial atención a los migrantes”.  

Reconociendo estos “nuevos horizontes pastorales”, signo de la acción del Espíritu Santo, Francisco les agradeció por “su celo misionero, imbuido de valor, que los lleva a salir para ofrecer toda la vida de Jesucristo”, poniendo incluso  a veces en peligro la propia vida, tras las huellas de los padres fundadores, “el Siervo de Dios Melchor de Marion Brésillac y el Padre Agustín Planque”.

La oración por el padre Maccalli

El Papa dirigió un pensamiento especial al padre Pierluigi Maccalli secuestrado desde hace varios meses en Níger, expresando su deseo de “unirse en oración” por este hermano, “y asegurar la solicitud y la atención de la Santa Sede en esta preocupante situación”.

Evangelización al servicio de los más débiles

Alentándolos a “perseverar en su compromiso, en estrecha colaboración con miembros de otras religiones e instituciones, al servicio de los niños y los más vulnerables, víctimas de la guerra, las enfermedades y la trata de seres humanos”, Francisco recalcó que “la elección de los más pequeños, que la sociedad rechaza y deja de lado, es un signo que manifiesta concretamente la presencia y la solicitud de Cristo misericordioso. De este modo – agregó – impulsados por el Espíritu, pueden ser servidores de una cultura del diálogo y del encuentro, que cuida de los pequeños y de los pobres, para contribuir al advenimiento de una verdadera fraternidad humana”.

Recuperar un espíritu contemplativo

El Santo Padre recuerda también que "la primera motivación para evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido, la experiencia de ser salvos por él que nos impulsa a amarlo cada vez más” y por lo tanto – precisa–“es urgente recuperar un espíritu contemplativo que nos permita redescubrir cada día que somos depositarios de un bien que humaniza, que nos ayuda a llevar una vida nueva".

Finalmente, tras agradecerles una vez más por su visita y por su testimonio, el Francisco los alienta a perseverar “con entusiasmo y dinamismo siempre renovados, en el camino emprendido por la Sociedad de Misiones Africanas, que ha producido tantos frutos de conversión a Cristo”, sin miedo de “abrir nuevos caminos, de mostrar que "Dios es siempre nuevo, que nos impulsa continuamente a salir y a cambiar de lugar para ir más allá de lo conocido, hacia las periferias y las fronteras".

María Cecilia Mutual - Ciudad del Vaticano

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