3 Domingo Pascua (Ciclo C)
MONICIÓN DE ENTRADA
Buenos días, sed bienvenidos a la celebración del día
del Señor.
El tiempo pascual avanza y la liturgia nos sigue
introduciendo en el Misterio central de nuestra fe. La gracia que Cristo, por
su muerte y resurrección, nos ha alcanzado del Padre debe penetrar en todas las
esferas de nuestras vidas para que nosotros podamos ser fermento de su Reino en
medio del mundo.
No caigamos en la rutina. No demos por limitada la
gracia del Resucitado. Celebremos con fe y alegría el banquete en el que Cristo
se nos da como alimento y nos impulsa a ser testigos suyos en medio del mundo.
MONICIÓN A LAS LECTURAS
La misión forma parte esencial de nuestra fe
pascual. Es imposible creer en la Resurrección de Cristo y no convertirnos en
testigos suyos.
Las lecturas que hoy se nos proclaman nos
invitan a asumir la misión que nos toca a cada uno de nosotros. Seguro que
nuestro apostolado no estará exento de dificultades, incluso conllevará
conflictos y rechazos; pero justamente ese es el signo de que hemos cargado
sobre nosotros la propia misión de Jesucristo.
Escuchemos con atención la Palabra de Dios y
dejemos que nos aliente en nuestra tarea evangelizadora.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada petición
respondemos: ¡Alienta, Señor, nuestro
compromiso apostólico!
- Por el Papa,
los obispos y sacerdotes, para que con su espíritu apostólico alienten el
compromiso evangelizador de todos los bautizados. OREMOS.
- Por las instituciones económicas de nuestro país: bancos, empresas,
fondos de inversiones…, para que lejos de buscar el máximo beneficio se
preocupen de promover unas relaciones mercantiles y financieras más justas. OREMOS.
- Por los pueblos
que sufren conflictos armados, por los que están amenzados por el terrorismo,
para que encuentren en el concierto de las naciones los acuerdos necesarios
para promover la justicia y la paz. OREMOS.
- Por los huerfanos,
hijos de madres que han sufrido la violencia machista, para que, por el apoyo
incondicional de la sociedad y sus instituciones, puedan sanar sus heridas y recomponer
sus vidas. OREMOS.
-
Por todos los que formamos parte de nuestra parroquia, para que, alentados por
el espíritu pascual, nos empeñemos cada vez más en nuestro compromiso misionero.
OREMOS.
ORACIÓN FINAL
Señor, Jesús, Hijo del Padre y Hermano
nuestro,
te damos gracias porque tu amor
se ha revelado más fuerte que el pecado y la
muerte.
Tú has cargado sobre ti todo aquello que nos
esclaviza
y lo has crucificado
para que no tenga la última palabra sobre
nosotros.
También te damos gracias,
porque al revelanos tu victoria pascual
nos has hecho testigos tuyos
y nos has concedido la gracia de proclamar
tu Evangelio
en todos los extremos del mundo.
Señor, Jesucristo, Cordero de Dios,
tuyo es el honor, la gloria y la alabanza;
tuyo el poder y la fuerza que nos redime.
Eres digno de que todos los pueblos
te reconozcan y te alaben como su Dios y
Salvador.
¡Oh, buen Jesús!, danos a participar
de tu don pascual: del Espíritu Santo;
que Él nos dé el arrojo necesario
para pronunciar tu nombre con tal convicción
que quien nos escuche
reconozca que estás presente en su vida.
Amén.