Ciertamente el milagro no es necesario, pero Dios lo hace para los no creyentes y para quienes han perdido la Fe
“Eucaristía”
proviene del griego y significa “acción de gracias”. Con esta palabra
significamos las gracias enviadas del Cielo por el amor de Cristo. Tanto en el
plano místico como en el humano es el máximo regalo, es el sacramento más
sublime; por ello se le llama el “Santísimo Sacramento del Altar”.
La Eucaristía puede entenderse sencillamente como un alimento sobrenatural. Pues así como el cuerpo absorbe el alimento natural sin darnos cuenta y lo aprovecha, así ocurre con la nutrición sobrenatural, que nos dirige a la santidad. De tal manera, comulgar en pecado mortal es un gran sacrilegio. Para que una falta sea pecado mortal se requiere: que la falta sea grave, que se conozca y que se cometa con pleno consentimiento.
La Eucaristía puede entenderse sencillamente como un alimento sobrenatural. Pues así como el cuerpo absorbe el alimento natural sin darnos cuenta y lo aprovecha, así ocurre con la nutrición sobrenatural, que nos dirige a la santidad. De tal manera, comulgar en pecado mortal es un gran sacrilegio. Para que una falta sea pecado mortal se requiere: que la falta sea grave, que se conozca y que se cometa con pleno consentimiento.
Ante el pecado tenemos el remedio en la confesión; sin embargo algunos no
comulgan por negarse, porque no conciben arrodillarse ante un humano o porque
dicen que van a volver a pecar. Pero así como cuando caemos nos levantamos lo
más pronto posible, así también si pecamos hemos de acudir a la penitencia,
pues Dios perdona a quienes confiesan llanamente sus pecados y una vez
perdonados, podemos acercarnos a la Sagrada Comunión dignamente y para nuestra
salud espiritual.
En la Sagrada Eucaristía ocurre un milagro que se llama transubstanciación, el
cual es un milagro metafísico, no visible, que se da en cada Misa, por lo que
podemos afirmar que el Milagro Eucarístico es un hecho sobrenatural que ha
ocurrido constantemente.
Ciertamente el milagro no es necesario, pero Dios lo hace para los no creyentes
y para quienes han perdido la Fe.
Los Milagros Eucarísticos son muchos y se ordenan en cuatro grupos:
Milagros Eucarísticos Históricos:
En
estos no interviene la ciencia pero se documentan en la historia; por ejemplo,
el milagro de Tolosa en 1225, donde San Antonio de Padua consagró una hostia
que fue adorada por un burro y así se convirtió el pueblo entero.
Otro ejemplo es el de Santa Clara de Asís, quien estando enferma y desesperada usó la custodia para defender a su convento de los invasores musulmanes. De esta custodia salieron rayos de luz cegadores que vencieron a los atacantes.
Milagros Eucarísticos Apologéticos:
Otro ejemplo es el de Santa Clara de Asís, quien estando enferma y desesperada usó la custodia para defender a su convento de los invasores musulmanes. De esta custodia salieron rayos de luz cegadores que vencieron a los atacantes.
Milagros Eucarísticos Apologéticos:
En
este grupo se ubican los Milagros Eucarísticos que permanecen hasta hoy, que
pueden verse y que han sido estudiados por la ciencia. Son hostias consagradas
sin corromperse. La más antigua está en Zamora, consagrada en 1159 y sigue tan
blanca hoy como en aquel día.
En Siena, Italia, fueron profanadas algunas hostias el 15 de Agosto de 1730 al ser robado un copón. Estas hostias fueron iluminadas y encontradas por sacerdotes tres días después y hoy en día siguen intactas como cuando fueron robadas.
Milagros Eucarísticos sucedidos a Sacerdotes que han perdido la Fe:
En Siena, Italia, fueron profanadas algunas hostias el 15 de Agosto de 1730 al ser robado un copón. Estas hostias fueron iluminadas y encontradas por sacerdotes tres días después y hoy en día siguen intactas como cuando fueron robadas.
Milagros Eucarísticos sucedidos a Sacerdotes que han perdido la Fe:
En
el tercero y cuarto grupo se ubican los Milagros Eucarísticos sucedidos a
Sacerdotes que han perdido la Fe en la presencia real de Nuestro Señor
Jesucristo y que en sus manos la hostia se ha convertido en carne y el vino en
sangre.
La multitud de Milagros Eucarísticos hace imposible presentarlos todos durante un breve artículo, pero hemos de señalar la gran cantidad de milagros sucedidos en toda Europa que muestran la constancia de la Gracia que Nuestro Señor desea hacernos para afirmar nuestra Fe.
Espero que esta plática nos transforme para asistir a Misa con devoción y no dejar de comulgar.
La multitud de Milagros Eucarísticos hace imposible presentarlos todos durante un breve artículo, pero hemos de señalar la gran cantidad de milagros sucedidos en toda Europa que muestran la constancia de la Gracia que Nuestro Señor desea hacernos para afirmar nuestra Fe.
Espero que esta plática nos transforme para asistir a Misa con devoción y no dejar de comulgar.
Por: Baltasar Sosa Chávez
Fuente:
Foro Internacional de Fe y Ciencia (UAG)