Autenticidad
Hola,
buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Tenemos
en la capilla de invierno un reloj de pared muy bello y curioso. Es imitación
de aquellos relojes antiguos que veíamos en las casas señoriales o en los
conventos, con sus números romanos de porcelana, péndulo y pesas doradas, en un
marco de madera con adornos de volutas… Total, algo muy agradable de ver y
observar.
La
lenteja dorada o péndulo, oscila de acá para allá, pero las pesas doradas no
bajan y suben, como era de esperar, sino que permanecen quietas, en la misma
posición… Pregunté: “¿Por qué sucede esto?” Y me contestaron que todo es
apariencia, pues solo existe dentro una maquinaria de reloj que se mueve y da
las horas por medio de pilas…
Me
pareció que todo lo que aparece al exterior en el reloj es falso, lo único
verdadero es él, con sus engranajes y la pila que lo mueve todo, dándole
energía…
Este
hecho, me hizo pensar en nosotros: ¡Cuántas veces mostramos al exterior lo que
no es verdadero, porque dentro no está lo que se ve fuera...!
Y
en la oración, pensaba que, vivir de lo que no es, nos hace daño… Pero siempre
viene Jesús a rescatarnos “de ese proceder inútil, recibido de nuestros padres”
y nos ofrece toda su fuerza y energía. Él es “la pila” que nos hace funcionar y
“dar las horas” en la voluntad de Dios, con tal que pongamos nuestra vida en
Sus manos y no queramos vivir de apariencias… En Jesús, todo acaba bien, si le
miramos y vamos a Él como nuestro único Señor.
Dejar
que las cosas de fuera sean como quieran ser y “entrar dentro de nosotros”,
donde está la Vida, deseando que entablemos una relación de amistad y un
diálogo de Amor con Él…
¡Que
el Señor nos dé el gusto por la autenticidad!
Hoy
el Reto del amor es buscar, en un rato de oración, a Jesús, que me habita… para
escucharle y hablar con Él, como un amigo con su amigo…
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma