El ayuno es un arma
poderosa en la vida cristiana que no solo fue predicada por los Padres de la
Iglesia y los santos, sino por Jesús mismo
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Imagen referencial / Crédito: Pixabay (Dominio Público) |
En
ese sentido, el diácono Sabatino Carnazzo, director ejecutivo y fundador del
Instituto de Cultura Católica, consideró que debemos tomar como “estándar” a
los que “han corrido la carrera y han ganado”, porque “han sido hombres y
mujeres de oración y ayuno”.
Por
tal motivo, ACI Prensa comparte 6 razones por las que todo católico debe tomar
en serio el ayuno para mejorar en la vida de fe.
1. Ayunar es elegir un
bien mayor
“Es
la privación del bien, para tomar una decisión por un bien mayor”, explicó el
diácono Carnazzo.
Además,
destacó que el ayuno es más comúnmente asociado con la abstención de los
alimentos, aunque también puede tomar la forma de renunciar a otros bienes como
comodidades y entretenimiento.
2. Da equilibrio a la vida
espiritual
“Todo
el propósito del ayuno es poner el orden creado y nuestra vida espiritual en un
equilibrio adecuado”, debido a que, “como criaturas corporales en un estado
posterior a la caída”, es fácil dejar que nuestras “pasiones” busquen los
bienes físicos y reemplacen nuestro intelecto, afirmó el diácono Carnazzo.
Según
Mons. Charles Pope, Párroco de Holy Comforter / St. Chatolic Church Cipriana en
Washington D.C, “ayunar ayuda a hacer más espacio para Dios en nuestra vida”.
3. Es el primer paso para
tener control sobre uno mismo
“La
razón de por qué 2000 años de cristianismo se ha preferido alimentos (para
ayunar) es porque la comida es como el aire. Es como el agua, es lo más
fundamental”, precisa el diácono.
“Ahí
es donde dice la Iglesia 'detenerse aquí, a este nivel fundamental, y ganar
control allí'. Es como el primer paso en la vida espiritual”, añadió.
4. Es bíblico
El
primer ayuno fue ordenado por Dios a Adán en el Jardín del Edén, cuando Dios
instruyó a Adán y Eva que no comieran del árbol del conocimiento del bien y del
mal (Génesis 2: 16-17), anotó el diácono Carnazzo.
Además,
aclaró que esta prohibición divina no era porque el árbol era malo, sino que el
fruto estaba destinado “a ser comido en el tiempo correcto y el camino
correcto". "De la misma manera, nos abstenemos de los bienes creados
para que podamos disfrutarlos en el momento adecuado y la manera correcta”.
Por
otra parte, al comienzo de su ministerio, Jesús se abstuvo de comer y beber
durante 40 días en el desierto y así “revirtió lo que pasó en el Jardín del
Edén”, explicó el diácono.
“Como
Adán y Eva, Cristo fue tentado por el diablo pero en cambio permaneció
obediente al Padre, invirtiendo la desobediencia de Adán y Eva y restaurando
nuestra humanidad”, agregó.
5. Es poderoso
San
Basilio el Grande decía que el ayuno es “el arma de protección contra los
demonios. Nuestros Ángeles Guardianes realmente se quedan con aquellos que han
limpiado sus almas a través del ayuno”.
Según
el diácono Carnazzo el ayuno es poderoso porque permite “dejar a un lado este
reino (creado) donde el diablo trabaja” y nos ponemos en “comunión con otro
reino donde el diablo no funciona y no puede tocarnos”.
Por
su parte Mons. Pope, anotó que “nos recuerda nuestra fragilidad y nos ayuda a
ser más humildes. Sin humildad y oración nuestra experiencia de Dios realmente
no se puede desbloquear”.
6. Lo pide la Iglesia
Las
actuales obligaciones de ayuno fueron establecidas en el Código de Derecho
Canónico de 1983.
“La
Iglesia establece límites claros, fuera de los cuales no se puede considerar
que alguien esté practicando la vida cristiana. Es por eso que violar
intencionalmente las obligaciones de Cuaresma es un pecado mortal”, sentenció
el Diácono Carnazzo.
Traducido
y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
Fuente:
ACI Prensa