Suéltate
de la pinza
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Lavamos
dos bolsas y las pusimos en un tendedero que está en el primer piso y da a la
huerta. Cada una de ellas, pendía de dos pinzas. Sopló el viento y una
resistió; sin embargo, la otra se precipitó al piso de abajo quedando
“enganchada” en el rosal que recorre la pared, sin llegar a caer del todo.
Así
que ahora, cada vez que vamos a pasar por la puerta, si miramos hacia arriba,
vemos la bolsa rosa de lunares adornando el verde del rosal, y la otra agarrada
al tendedero por un asa, como si estuviese dudando si saltar o no.
La
bolsa rosa es la que me impresiona: ha caído, y el rosal la ha agarrado con
fuerza; no le ha dejado llegar al suelo. La otra se aferra al tendedero, es
como si tuviese miedo a saltar, como si no tuviese la certeza de que en su
caída va a ser sujetada.
Abandonarnos,
confiar en que Cristo cuida de cada detalle, se parece un poco a estas bolsas.
Ante
una situación desconocida, puedes agarrarte con fuerza al tendedero, pues
quieres tener todo calculado, intentas resolverlo por tus fuerzas... o, por el
contrario, puedes “dejarte caer”, contar con Cristo con la certeza de que vas a
ser sujetado. Cristo es ese rosal que siempre te va a sostener y con Él podrás
superar todas las dificultades.
Esa
situación que tienes por delante, que te da vértigo (la clase que estás
preparando, la ponencia, el cargo que te han puesto, la homilía...) con tus
dones naturales, con la pinzas bien sujetas al tendedero, podrás hacerlo bien,
salir al paso. Pero, si saltas confiado, te sentirás sin pinzas, libre del “qué
dirán”, de tu imagen; y sentirás que, en ese salto de confianza, Cristo te
sujeta, y te dará mucho más de lo que esperas de ti.
Hoy
el reto del amor es que te sueltes de “la pinza”, de buscar seguridades. Haz un
acto de confianza en aquello que tienes en tus manos o tienes que emprender, y
camina de una manera nueva. Confiar es dejar que Cristo salga por ti, y juntos
haréis algo nuevo por encima de tus expectativas.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma
