Otra manera de decir “te
quiero”
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer
por la noche me ocurrió algo muy sencillo pero que me impactó mucho. Una de las
hermanas mayores se acercó a pedirme perdón porque consideró que en algo no nos
había dado buen ejemplo. No soy consciente de lo que hizo, pero esa petición de
perdón me impactó, pues es hilar muy fino.
Ante
sus palabras, sentí que se preocupaba por mí, que buscaba mi bien, que me
quería.
Pedir
perdón esconde un gran significado, pero a veces lo equiparamos con debilidad
y, cuando nos equivocamos, tememos pronunciarlo. Muchas veces, una buena acción
hacia la otra persona intentamos que supla al “perdón” que no nos atrevemos a
pronunciar.
Pedir
perdón en los pequeños detalles está a la altura de un “te quiero,” de un “me
importas”. Cuántas cosas pequeñas ocurren a lo largo del día en las que cabe
pedir perdón: “perdona por no haberte escuchado con atención”, “perdona por que
se me ha olvidado lo que me pediste”, “perdona por haber gritado, pues tengo
unos días difíciles...”
Jesús,
a lo largo de su vida, nos habló de la importancia del perdón, de la fuerza que
tiene para restaurar y afianzar la comunión entre las personas.
Hoy
el reto del amor es que pidas perdón sin miedo. Di “te quiero” o “me importas”
usando la palabra “perdón”.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma