Sobrevolando
por encima de los muros
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer
estábamos Israel y yo dando un paseo por la huerta. De repente un zumbido, como
de una especie de avispa gigante, nos hizo mirar al cielo. ¡Era un “dron”!, uno
de esos pequeños helicópteros con cámara incorporada que estaba sobrevolando la
huerta.
La
primera sensación fue rara, como de que habían sobrevolado los muros y habían
entrado en nuestra intimidad: daban ganas de esconderse, de protegerse... pero,
después, nos entró la risa, ¡solo estábamos dando un paseo! Le quitamos
importancia y seguimos tan contentas.
Hay
un miedo que a todos nos acompaña. Es el miedo a no ser aceptados, el miedo al
rechazo, a no ser queridos... Las experiencias negativas con personas que nos
han hecho daño, que no nos han aceptado, hacen que vayamos construyendo altos
muros a nuestro alrededor, construyendo un perímetro de seguridad en torno a
nosotros en el que no dejamos entrar para no ser heridos.
Ahí
estamos tranquilos, pero... ¿qué ocurre cuando de forma inesperada sobrevuelan
un dron? ¿Cuando alguien descubre nuestra debilidad, una parcela del perímetro
acotado? Nos saltan las defensas, tendemos a escondernos...
Para
que se derriben tus muros, es importante que tu experiencia de Amor sea más
fuerte que tu miedo. Es Cristo el que te regala ese Amor. No sé si alguna vez
lo has experimentado, pero te animo a que le pidas tener una experiencia de Su
Amor, de como Él da Su vida por ti. Que te regale una experiencia totalizante
de Su Amor, en la que te cambiará todo y empezarás a vivir seguro en Él.
Hoy
el reto del amor es mirar un crucifijo que tengas en casa y pedirLe que te
descubra el Amor que contiene, porque ese Amor es el que ha cambiado y cambia
el mundo. Sé tú mismo cimentado en Cristo y... ¡a disfrutar del domingo sin
muros con aquellos que tanto te quieren!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma