Sor María Concetta tiene 85 años y ha sido misionera en África durante casi sesenta años, donde trabaja como partera
Viaje apostólico a África de 2015: El Papa Francisco saluda a la Hermana María Concetta Esu en Bangui |
En
el atrio de la Basílica de San Pedro, al final de Audiencia General Francisco
entregó a la anciana misionera sarda, que en África ayudó a dar a luz a miles
de niños, un signo de aprecio y de agradecimiento por los sesenta años gastados
al servicio de la familia
Al
final de Audiencia General del último
miércoles de marzo el Papa condecoró a la religiosa misionera Maria Concetta
Esu, por su compromiso en favor de la vida y la familia. Francisco ya se había
referido a esta monja durante la audiencia general del 2 de diciembre de 2015,
a su regreso de su viaje apostólico a Kenia, Uganda y a la República
Centroafricana. Esta religiosa había viajado a Bangui desde el Congo en una
canoa con una niña que la llamaba “abuela”.
Y
de hecho el Santo Padre, en esta ocasión, la presentó a los fieles y peregrinos
diciendo textualmente: Hoy
tenemos la alegría de tener con nosotros a una persona que quiero presentarles.
Es la Hermana Maria Concetta Esu, de la Congregación de las Hijas de San José
de Genoni.
Sor
María Concetta tiene 85 años y ha sido misionera en África durante casi sesenta
años, donde trabaja como partera. La conocí en Bangui cuando fui a abrir el
Jubileo de la Misericordia. Allí me dijo que en su vida ayudó a dar a luz a
unos tres mil niños. ¡Qué maravilla!
Estos
días vino a Roma para un encuentro con sus hermanas, y hoy vino a la audiencia
con su Superiora. ¡De modo que pensé en aprovechar esta oportunidad para darle
una muestra de agradecimiento y darle las gracias por su testimonio!
Querida
Hermana, en mi nombre y en el de la Iglesia, te ofrezco esta condecoración. Es
un signo de nuestro afecto y de nuestra “gratitud” por todo el trabajo que
hiciste en medio de las hermanas y hermanos africanos, al servicio de la vida,
de los niños, de las mamás y de las familias.
Con
este gesto dedicado a ti, deseo expresar mi reconocimiento también a todos los
misioneros y a las misioneras, a los sacerdotes, religiosos y laicos, que
esparcen las semillas del Reino de Dios en todas partes del mundo. El suyo es
un trabajo grande. Ustedes “queman” la vida sembrando la Palabra de Dios con tu
testimonio... Y en este mundo ustedes no son noticia.
El
Papa también recordó que el Cardenal Hummes, brasileño, va a menudo a visitar
las ciudades y las aldeas de Amazonía. Y cada vez que llega allí va al
cementerio a visitar las tumbas de los misioneros, muchos de los cuales muertos
jóvenes por las enfermedades contra las que no tienen anticuerpos. Y refirió
que el Purpurado le dijo: “Todos estos se merecen que los canonicen, porque han
quemado la vida en el servicio”.
Queridos
hermanos y hermanas, Sor María Concetta, después de este compromiso volverá a
África. Acompañémosla con la oración. Y que su ejemplo nos ayude a todos a
vivir el Evangelio dondequiera que estemos. ¡Gracias, Hermana! Que el Señor te
bendiga y que la Virgen te proteja.
María Fernanda Bernasconi – Ciudad del Vaticano
Vatican News