COLABORACIÓN DE JUAN CARLOS CARVAJAL PARA ESTE DOMINGO

8 Domingo Tiempo Ordinario (Ciclo C)


MONICIÓN DE ENTRADA

Buenos días, sed bienvenidos a la celebración semanal de la Pascua del Señor.

El domingo es el día de los cristianos. En este día nos reunimos como comunidad para celebrar la Eucaristía en la que se actualiza la victoria de Cristo sobre todo lo que nos esclaviza: el mal, el sufrimiento, el pecado y la muerte. 

Participar semanalmente en este memorial de nuestra salvación es una verdadera gracia; por él Jesucristo nos une a su persona y nos hace sus testigos en medio del mundo.

Dispongamos interiormente a celebrar con provecho esta celebración.


MONICIÓN A LAS LECTURAS

Todos admiramos a los hombre y mujeres que son de una pieza, que revelan una coherencia entre lo que creen y lo que viven, entre lo que dicen y hacen.

Las lectura de hoy nos invitan a prestar atención a esas personas y a que nosotros mismos desarrollemos esa coherencia para poder ser testigos del Evangelio entre los que nos rodean.

Escuchemos con atención la Palabra de Dios y dejemos que la fuerza de su gracia nos ilumine y fortalezca.


ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada suplica respondemos: ¡Padre, atiende nuestras súplicas!

- Por el Papa, los obispos y sacerdotes para que el ejercicio de su ministerio sea mediación de la paternidad de Dios. OREMOS.

- Por nuestros gobernantes, para que más allá del juego del poder se preocupen de promover la justicia y la concordia en nuestro pueblo. OREMOS.

- Por quienes tienen dificultades económicas y no tienen los bienes suficientes para llegar a final de mes, para que encuentren la solidaridad de nuestra sociedad. OREMOS.

- Por los misioneros que han entregado su vida en hispanoamerica, para que su esfuerzo evangelizador dé fruto entre las Iglesia hermanas de aquel continente. OREMOS.

- Por nuestra parroquia, que en estos días recibe la visita pastoral de nuestro obispo, para que entre todos constuyemos una comunidad misionera. OREMOS.


ORACIÓN FINAL

Gracias, Señor,
porque sigues suscitando entre nosotros
hombre y mujeres que, fieles al Evangelio recibido,
son testigos tuyos a través de una vida de entrega.

Sabemos, Señor, que eres tú quien los ha elegido,
y que has derramado sobre ellos el Espíritu Santo
para que puedan reconocer tu voluntad
y tener la fuerza para cumplirla.

Jesús, Señor y Hermano nuestro,
ayudanos a reconocer que también nosotros
hemos sido llamados por ti,
y que nos das tu Espíritu para poder ser testigos tuyos
llevando una vida de acuerdo con tu Evangelio.

Te pedimos humildemente,
que nuestro modo de obrar no escandalice a nadie,
al contrario, que las gentes al vernos
nos reconozcan como discípulos tuyos
y servidores del Reino del Padre.
Amén.