“Debo decir que de entre
las tres religiones monoteístas y su relación con la ciencia, sin duda el
cristianismo es la mejor”, resaltó

“Hemos
nacido con genes que nos ha proporcionado Dios. Esta es la forma natural de
vivir: en una relación con Dios en la que se reza a Dios y se cree en Dios”,
dijo el laureado científico en declaraciones a ACI
Stampa, agencia en italiano del Grupo ACI.
A
pesar de reconocerse como “una persona que no tiene religión”, Carlsson dijo
tener “la mente abierta”.
“Entiendo
por qué hay tantas personas que tienen una religión. En realidad, forma
parte de nuestros genes, por lo que tal vez seamos las personas como yo las que
seamos un poco extrañas, desde ese punto de vista”, afirmó. En ese sentido, “no
sabría cómo definirme”.
Respecto
al carácter religioso del ser humano, dijo que “entiendo cómo sucede esto. Yo
no soy una persona normal porque no tengo ese sentimiento religioso que, no
obstante, considero normal. Es un problema mío. Se puede decir que es una
forma mía de discapacidad”.
Carlsson
dijo también que en el tema de las religiones, “algunas presentan problemas, en
particular el islam, como por ejemplo el asunto de las mujeres que no pueden
estudiar”.
“Cuando
llegan a Suecia tienen siempre este problema y se ve cada día en los
periódicos. Es terrible que muchas mujeres ricas en talento crezcan sin
instrucción”, lamentó.
“Debo
decir que de entre las tres religiones monoteístas y su relación con la
ciencia, sin duda el cristianismo es la mejor”, resaltó.
Al
ser preguntado sobre la capacidad de la mente humana para comprender el
universo, el experto comentó que “es un asunto muy interesante. Cuando comenzó
la vida,
¿Cuánta sabiduría había ya al inicio? No lo sabemos”.
“Es
posible que cuando la primera célula comenzó a existir ya hubiera ahí una
profunda ‘sabiduría’, tal vez ya en aquellas pequeñas ‘criaturas cómicas’.
Cuando apareció un individuo compuesto de más células, aquella ‘sabiduría’ aún
estaría presente en los genes, pero las diferentes partes de ‘sabiduría’ se
dividieron en células especializadas. En cualquier caso, hay una ‘sabiduría’
que ya estaba presente desde el inicio”.
Preguntado
sobre lo que supuso el Premio Nobel para él, respondió que se trata de un
incentivo para seguir trabajando: “tiene que servir para continuar estudiando
con nuevas credenciales”.
Los
estudios del doctor Carlsson, uno de los neurocirujanos más importantes del
mundo actual, nacido en Suecia en el año 1923, han aportado descubrimientos
fundamentales en la búsqueda de tratamientos que ayuden a combatir las
enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson o el Alzheimer.
Artículo
publicado originalmente en ACI Stampa. Traducido y adaptado por Miguel
Pérez Pichel
Fuente:
ACI Prensa