“Quien no quiera pasar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pasar por la puerta de Mi justicia”. (Diario 1146)
Dominio público |
1. El Domingo de la
Misericordia se basa en revelaciones privadas.
Esta
celebración se lleva a cabo en el segundo Domingo de Pascua. Se basa en las revelaciones
privadas de Santa Faustina Kowalska, religiosa polaca que recibió mensajes de
Jesús sobre su Divina Misericordia en el pueblo de
Plock, Polonia.
2. Forma parte del
calendario de la Iglesia por acción de San Juan
Pablo II
En
el año 2000 el Papa Juan Pablo II canonizó a Santa
Faustina y durante la ceremonia declaró: “así pues, es importante que acojamos
íntegramente el mensaje que nos transmite la palabra de Dios en este segundo
domingo de Pascua, que a partir de ahora en toda la Iglesia se designará con el
nombre de ‘Domingo de la Divina Misericordia’”. (Homilía, 30 de Abril, 2000)
3. Esta revelación
privada tiene efectos válidos en la liturgia
En
su comentario teológico sobre el mensaje de Fátima, el entonces Cardenal
Joseph Ratzinger, ahora Papa Emérito Benedicto XVI, escribió: “podemos añadir que a menudo
las revelaciones privadas provienen sobre todo de la piedad popular y se apoyan
en ella, le dan nuevos impulsos y abren para ella nuevas formas. Eso no excluye
que tengan efectos incluso sobre la liturgia, como por ejemplo muestran las
fiestas del Corpus Domini y del Sagrado Corazón de Jesús”.
4. La Iglesia invita a
celebrar la Divina Misericordia de varias formas
Entre
otras cosas, ofrece una indulgencia plenaria: “para hacer que los fieles vivan
con intensa piedad esta celebración, el mismo Sumo Pontífice (Juan
Pablo II) ha establecido que el citado domingo se enriquezca con la
indulgencia plenaria para que los fieles reciban con más abundancia el don de
la consolación del Espíritu Santo y cultiven así una creciente caridad hacia
Dios y hacia el prójimo, y una vez obtenido de Dios el perdón de sus pecados,
ellos a su vez perdonen generosamente a sus hermanos”. [Decreto de la Penitenciaría Apostólica del 2002]
5. La imagen de la
Divina Misericordia fue revelada por Jesús mismo
Esta
imagen le fue revelada a Santa Faustina en 1931 y Jesús mismo le pidió que se
pintara. Luego el Señor le explicaría su significado y lo que los fieles
alcanzarán con ella.
En
la mayoría de versiones Jesús se muestra levantando su mano derecha en señal de
bendición, y apuntando con su mano izquierda sobre su pecho fluyen dos rayos:
uno rojo y otro blanco.
“El
rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza
la Sangre que es la vida de las almas (…). Bienaventurado
quien viva a la sombra de ellos” (Diario, 299). Toda la imagen es un símbolo de
la caridad, el perdón y el amor de Dios, conocida como la "Fuente de la
Misericordia".
6. Esta devoción cuenta
con oraciones particulares
La
Coronilla es un conjunto de oraciones utilizadas como parte de la devoción a la
Divina Misericordia.
Se
suele rezar a las 3:00 pm (el momento de la muerte de Jesús) utilizando las
cuentas del Santo Rosario, pero con un conjunto
diferente de oraciones. Puede acceder a la Coronilla en el siguiente enlace.
7. La Divina
Misericordia está vinculada al Evangelio del segundo Domingo de Pascua
La
imagen de la Divina Misericordia representa a Jesús en el momento en que se
aparece a los discípulos en el Cenáculo –tras la resurrección–, cuando se les
da el poder de perdonar o retener los pecados.
Este
momento está registrado en Juan 20: 19-31, que es la lectura del Evangelio de
este domingo.
La
lectura se coloca en ese día porque incluye la aparición de Jesús al apóstol
Tomás (en la que Jesús lo invita a tocar sus llagas). Este evento ocurrió en el
octavo día después de la Resurrección (Juan 20:26) y por ello se utiliza en la
liturgia ocho días después de la Pascua.
8. Los sacerdotes tienen
un empoderamiento especial para administrar la Divina Misericordia
En
Juan 20, 21-23 dice: “Jesús les dijo otra vez: ‘La paz con vosotros. Como el
Padre me envió, también yo os envío’. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
‘Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan
perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos’”.
9. La confesión es la
acción de la Divina Misericordia hasta el fin de los tiempos
Jesús
capacitó a los apóstoles (y sus sucesores en el ministerio) con el Espíritu
Santo para perdonar o retener (no perdonar) los pecados.
Debido
a que están facultados con el Espíritu de Dios para hacer esto, su
administración del perdón es eficaz: realmente elimina el pecado en lugar de
ser solo un símbolo de perdón.
10. En las revelaciones
privadas Jesús le da suma importancia a su Segunda Venida
Jesús
promete regresar en gloria a juzgar al mundo en el amor, como claramente lo
dice en su discurso del Reino en los capítulos 13 y 25 de San Mateo.
Solo
en el contexto de una revelación pública como es enseñado por el Magisterio de
la Iglesia se puede situar las palabras de la revelación privada dada a Sor
Faustina:
“Prepararás
al mundo para Mí última venida”. (Diario 429)
“Habla
al mundo de mi Misericordia….Es señal de los últimos tiempos después de ella
vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo que recurran, pues, a la
Fuente de Mi Misericordia”. (Diario 848)
“Habla
a las almas de esta gran misericordia Mía, porque está cercano el día terrible,
el día de Mi justicia”. (Diario 965)
“Estoy
prolongándoles el tiempo de la misericordia, pero ay de ellos si no reconocen
este tiempo de Mi visita”. (Diario 1160)
“Antes
del Día de la justicia envío el día de la misericordia”. (Diario 1588)
“Quien
no quiera pasar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pasar por la puerta
de Mi justicia”. (Diario 1146)
Traducido y adaptado por
Diego López Marina.
Fuente:
Publicado originalmente en National Catholic Register.