"Moralmente
inaceptable" querer mantener a toda costa el poder
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Cardenal Baltazar Porras, Mons. Raúl Biord y Mons. Freddy Jesús Fuenmayor Suárez |
Así
lo afirmaron- en sustancia - los Obispos Venezolanos, en el día anterior a la
juramentación de Nicolás Maduro para un segundo mandato presidencial, al
reiterar que “la convocatoria del 20 de mayo (para elegir el Presidente de la
República) fue ilegítima, como lo es la Asamblea Nacional Constituyente
impuesta por el poder ejecutivo"
Es
“moralmente inaceptable” prolongar el fracaso e ineficiencia del poder de las
últimas décadas: ha sido contundente el rechazo de los obispos a la pretensión
de iniciar un nuevo período presidencial este 10 de enero por parte de Maduro,
debido al vicio en su origen, a saber, el de la convocatoria ilegítima del
pasado 20 de mayo, que “abre una puerta al desconocimiento del Gobierno porque
carece de sustento democrático en la justicia y en el derecho”.
La
exhortación del Episcopado Venezolano ha sido leída en el curso de la 111ª
Asamblea Ordinaria, este miércoles 9 de enero a tres voces por el Cardenal
Baltazar Porras, Arzobispo de Mérida y Administrador Apostólico de la
Arquidiócesis de Caracas, Mons. Raúl Biord Arzobispo de la Guaira y 2º
Vicepresidente de la Cev y Mons. Freddy Jesús Fuenmayor Suárez, Obispo de Los
Teques.
Los
prelados recordaron el pedido hace tres años (el 1-12-2016) del Cardenal
Secretario de Estado Pietro Parolin, relativo a la restitución a la
Asamblea Nacional del rol previsto en la Constitución del País. “El voto de
confianza que el pueblo venezolano le ha conferido debe ser retribuido con el
cumplimiento de los deberes de los diputados, diseñando y redactando las leyes
que necesita el país para el restablecimiento de la democracia y la vuelta a la
decencia y honestidad en la administración de los fondos públicos”, expresaron.
Interpelan las palabras
del Papa
Recordando
las palabras del Papa Francisco en el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz
del 1º de enero, cuando se refirió a la función y responsabilidad política como
“desafío permanente para todos los que reciben el mandato de servir a su país,
de proteger a cuantos viven en él y de trabajar a fin de crear las condiciones
para un futuro digno y justo”, manifestaron que el pedido del Papa “nos
interpela”, y subrayaron la necesidad de buscar juntos – como también dijo el
Santo Padre el lunes en el discurso a los Embajadores- caminos de “concordia” y
entendimiento, de unión del pueblo venezolano, de respuestas a los múltiples
problemas y de defensa de los derechos humanos que nos permitan superar la
crisis y atender a los más pobres.
En
el inicio de la exhortación, el episcopado manifestó recibir el 2019 “con la
confianza puesta en Dios, como una buena oportunidad para el cambio que el
país pide a gritos: la recuperación del Estado de Derecho según la
Constitución y la reconstrucción de la sociedad venezolana, en dignidad,
libertad y justicia para todos”.
"Moralmente
inaceptable" querer mantener a toda costa el poder
Con
clamor, se refirieron a la dramática y grave situación que vive el pueblo
venezolano a causa del deterioro del respeto a sus derechos y de su calidad de
vida, “sumido en una creciente pobreza y sin tener a quien acudir”: “Es un
pecado que clama al cielo querer mantener a toda costa el poder y pretender
prolongar el fracaso e ineficiencia de estas últimas décadas: ¡es moralmente
inaceptable! Dios no quiere que por el sometimiento a injusticias sufra el
pueblo. Urge, por tanto, asumir el clamor popular de un cambio, de una
concertación para una transición esperada y buscada por la inmensa mayoría”,
dijeron.
Pretensión de iniciar
nuevo período presidencial ilegítima en su origen
Asimismo
reiteraron que “la convocatoria del 20 de mayo (para elegir el Presidente de la
República) fue ilegítima, como lo es la Asamblea Nacional Constituyente
impuesta por el poder ejecutivo”: “Vivimos un régimen de facto, sin
respeto a las garantías previstas en la Constitución y en los más altos
principios de dignidad del pueblo” (No temas, yo estoy contigo, n. 6). Por
tanto, la pretensión de iniciar un nuevo período presidencial el 10 de enero de
2019 es ilegítima por su origen, y abre una puerta al desconocimiento del
Gobierno porque carece de sustento democrático en la justicia y en el derecho”,
afirmaron.
Asamblea Nacional electa
único órgano público legítimo
Los
obispos reconocieron que en medio de esta crisis “política, social y
económica”, “la Asamblea Nacional, electa con el voto libre y democrático de
los venezolanos”, es actualmente “el único órgano del poder público con
legitimidad para ejercer soberanamente sus competencias”.
Necesaria la articulación
de todos los sectores sociales
Es
necesaria la articulación de todos los sectores sociales, afirmaron los
prelados, tras referirse al rol de la ciudadanía como actores de primer orden
en el país: “no podemos ser simples espectadores”, subrayaron, recordando al
pueblo que “la defensa de la libertad ha costado mucha sangre y muchos
sufrimientos, para ver de lejos lo que la mayoría rechaza: políticas de hambre,
persecución política, represión militar y policial, presos políticos, torturas,
corrupción, ineficiencia e ineficacia en la gestión pública". "Como
ciudadanos y como instituciones – añadieron - nos toca asumir las responsabilidades
que nos competen para mejorar la actual situación y recuperar el país con sus
valores y potencialidades.
El compromiso de la
Iglesia venezolana
Son
tres las direcciones en las que el Episcopado Venezolano señala su compromiso
como Iglesia: en primer lugar en las diócesis y en las parroquias “para seguir
ayudando a la supervivencia, tanto de los más débiles y desprotegidos dentro
del país como a los que han emigrado buscando trabajo y mejores condiciones de
vida, así como refugio y asilo”. En segundo lugar se comprometen a seguir
trabajando “en la defensa y promoción de los derechos humanos, en particular de
los que carecen de todo, de los amenazados de muerte, de los perseguidos y
privados de libertad”. Y en tercer lugar, se proponen “seguir desarrollando
programas de formación y organización que permitan la recuperación de la
institucionalidad democrática y la reconstrucción del país de una forma
pacífica”. Todo esto enmarcado en el proceso de evangelización que promueve los
valores de verdad, autenticidad, justicia, solidaridad, paz, reconciliación y
fraternidad.
Gratitud al Papa, a las
Iglesias y Gobiernos de diversos países
En
la conclusión de la exhortación, el episcopado agradeció al Romano Pontífice
por “su constante cercanía y preocupación por nuestra patria”. A las Iglesias y
Gobiernos de diversos países por “su solidaridad y su atención a los
compatriotas que, producto de la crisis, han tenido que dejar el país en
búsqueda de mejores condiciones de vida”, y a los sacerdotes, diáconos, religiosas
y laicos, así como a las muchas iniciativas que en este campo se están llevando
adelante desde Cáritas a nivel nacional, diocesano y parroquial, desde la
comisión de Justicia y Paz y las vicarías de Derechos Humanos, de otras
organizaciones y asociaciones manifestaron su aprecio, invitando, por último a
“articular iniciativas y proyectos en favor del pueblo a los hermanos de otras
iglesias y de otras religiones, a las instituciones públicas y privadas, a los
empresarios, profesionales, trabajadores y obreros, para trabajar por la paz y
por un mejor país”.
Griselda
Mutual - Ciudad del Vaticano
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