Más
allá de las patatas...
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Todos
los viernes del año, y durante el Adviento y la Cuaresma, cenamos patatas:
cocidas, con zanahoria, con verduras... Sea como sea; patatas.
Este
viernes, cuando llegamos a cenar, mi plato estaba servido con las patatas. Me
pareció raro, pues siempre pasan la cazuela y cada una se va echando; pero,
simplemente, me fié de las cocineras. Cuando todas estaban servidas, cogí el tenedor
para pinchar en las patatas y... ¡aquello parecía un volcán! Empezó a salir
yema de huevo entre ellas.
¡No
daba crédito! Inés y Sión, que eran las que estaban de cocina, me habían
guardado un huevo frito que sobró de la comida, y, sabiendo que me encantan, lo
habían puesto de camuflaje debajo de la montaña de patatas.
Me
quedé mirando al plato sorprendida y dando gracias al Señor. Fue un pequeño
detalle de los que llegan directos al corazón.
Jesús
nos enseña a ver a las personas, a descubrir qué necesita su corazón, a ir más
allá de “lo que tiene que ser”. A lo largo de Su vida y ahora, muchos quedan
sorprendidos como me quedé yo al acercarse a Él pensando recibir “patatas” y
encontrarse con que reciben mucho más: heridas curadas, plenitud en el corazón,
consuelo...
Hoy
el reto del amor es que veas a las personas, más allá de las “patatas”. Ora por
la persona con la que hoy vas a estar: ¿qué le gusta? ¿Con qué detalle puedes
llegar a su corazón? Hacer la cama, ir de paseo, un postre... Ten un detalle;
que a través de tus gestos llegues a su corazón y descubra que el Amor de
Cristo va más allá de las patatas.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma