Que
siga la alegría
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Venimos
de unos días muy especiales marcados por el nacimiento de Jesús, cargados de
celebraciones que culminaron ayer con la entrañable visita de los Reyes Magos a
cada una de nuestras celdas y la celebración del día en Comunidad.
¿Y
hoy? Es como que de repente se frenan unas Fiestas vividas con mucha intensidad
en el Monasterio y fuera de él. Hoy es la vuelta al trabajo para muchos y,
aunque otros tengáis un día de tregua para “jugar con los juguetes”, es momento
de ponerse en pista para la vida normal.
Y,
aunque queda una semana para que se acabe oficialmente la Navidad (pues termina
con la celebración del bautismo de Jesús), es momento de prepararte para que...
¡no se acabe! La Navidad no es una época del año que pasa. Es el comienzo de
ese vivir de Cristo que impregna todo el año.
Has
podido acercarte a Dios hecho Niño, contemplarLe en tu oración, en tantos
belenes que adornan todos los rincones. Ahora es momento de dejarLe entrar en
tu vida, de abrirle aunque sea una rendija de tu corazón para que Su presencia
invada tu vida, tu trabajo, tus estudios, la relación con tu familia. Dios está
con nosotros, ¡ya no estás solo!
Deja
que hoy y siempre siga siendo Navidad y puedas descansar en la certeza de que
Jesús está contigo. Tu alegría profunda no se fue ayer con los Reyes Magos; se
queda y, junto a Jesús, va a más.
Hoy
el reto del amor es que sigas sonriendo. Que todos los gestos típicos de la
Navidad los mantengas con aquellos con los que te cruzas (la alegría, la
compasión, el deseo de aglutinar a los que tanto quieres). Jesús no ha venido a
pasar unos días, sino a darte la mano y a acompañarte toda la vida; ¿hay mayor
Alegría?
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma