Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
Ayer en el reto te hablábamos de Blas, del
chimpancé para el que buscábamos hogar de acogida. A lo largo de la mañana ya
os fuisteis dando cuenta de que se trataba... de una inocentada.
Me impresionó mucho ver cómo a primera hora
llamaban los mayores y, a medida que iba pasando el tiempo, ¿sabes de quién
empezamos a recibir llamadas? ¡De los niños! Niños entusiasmados con cuidar a
Blas, dispuestos a levantarse a las 6 de la mañana para rezar con él, a
cantarle canciones...
Pero, ¿sabes dónde estaba la clave de la
inocentada? En el nombre de la subespecie de Blas, pues dijimos que era un
ETNECONI. No existe, pero, si lees al revés la palabra, de derecha a izquierda;
es decir, empezando por la “i”, ¿qué palabra sale?
No sabemos si alguien se dio cuenta de esa
pista clave. Pero así ocurre con muchas cosas en tu vida: no entiendes la
situación por la que pasas, lo que estás viviendo... es como si fuese una
palabra rara que se cuela en tu vida y que a penas consigues pronunciar.
Ayer, al escuchar a los niños que llamaron,
pensaba en Jesús cuando nos pedía ser como ellos. ¡Los verdaderos ETNECONI!
Pues su estilo de vida se basa en la sencillez, en la confianza.
Jesús nos pide que confiemos en Él, que es
Él el que lleva nuestra vida. Aunque a veces no entiendas las palabras
“problema”, “dificultad”, “enfermedad”... Jesús está contigo. ¡Los apóstoles no
entendían nada! Y fue con el tiempo que Jesús les fue revelando el sentido de
todo lo que estaban viviendo junto a Él. Ten paciencia, lo mismo te ocurrirá a
ti: todas las palabras que no entiendes se girarán y cobrarán sentido.
Hoy el reto del amor es que seas ETNECONI,
que vivas tu situación desde la confianza y la certeza de que no estás solo. No
te rebeles ante esa situación que te cambiará los planes en algún momento del
día. Deja tu día en manos del Señor y pídele poder acoger aquello que cambie el
rumbo de tus palabras.
¡Y muchas gracias a todos los que ayer
fuisteis tan generosos con Blas!
VIVE DE CRISTO