El Obispo de Cúcuta
(Colombia), Mons. Víctor Ochoa Cadavid, informó que la Iglesia local lleva tres
años atendiendo a casi 45 mil migrantes venezolanos que llegan al día por la
frontera y que la situación sigue empeorando
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Mons. Ochoa, Obispo de la Diócesis de Cúcuta |
“La Diócesis de Cúcuta lleva
tres años atendiendo esta emergencia. Comenzamos atendiendo a los deportados
colombianos, pero ahora atendemos venezolanos. Tenemos una situación que ha ido
progresivamente empeorando.
Cada vez hay más presencia de venezolanos
necesitados que llegan a Cúcuta a buscar razones de esperanza, trabajo,
alimentos y atención médica”, explicó Mons. Ochoa en diálogo con EWTN Noticias.
El obispo indica que de los
45 mil venezolanos que diariamente cruzan el puente fronterizo internacional
Simón Bolívar según información del Estado, “entre cinco mil y seis mil se
quedan Cúcuta tanto para insertarse en Colombia como migrantes y otros para
tomar camino y llegar a la frontera con Ecuador, Perú y Chile”.
Para atender al gran número de migrantes, la Diócesis de Cúcuta cuenta con la
Casa de Paso Divina Providencia, que tiene un espacio de 2.800 metros cuadrados
en los que se reparte alimento caliente para el desayuno de niños, mujeres y
madres gestantes.
“Luego, la celebración de la
Misa y alguna catequesis mientras se prepara la comida y cerca de las 10:30
a.m. comenzamos a distribuir alimentos. En esa casa estamos repartiendo entre
3.600 y 5.000 raciones, además del desayuno. Lo hacemos también en otras ocho
parroquias que tienen comedores y lugares para distribuir gratuitamente los
alimentos”, informó Mons. Ochoa.
Otro de los principales
servicios, apunta el Prelado, es prestar atención médica.
“Hay cuatro médicos que
habitualmente están haciendo consultas y luego se realiza también la entrega de
medicinas. Entregamos medicina para la hipertensión, diabetes, epilepsia,
anticonvulsionantes, antibióticos. También llevamos a las personas a los
hospitales cuando hay emergencias”.
Mons. Ochoa explicó que la
mayor urgencia es la escasez de medicinas y la atención de los problemas
médicos.
“Necesitamos fortalecer la dimensión de la salud, que hoy se ha vuelto algo
crítico. Tenemos enfermedades que no eran comunes como la lepra, malaria,
difteria, infecciones, problemas de la piel o digestivos que hay que atender”,
dijo el Obispo de Cúcuta.
Añadió que actualmente Cúcuta
está trabajando con otras diócesis de la frontera “en constante diálogo y
ayuda”.
“Nuestras Cáritas,
seminarios, parroquias han tratado de estar en contacto con nosotros y
procuramos ayudarles siempre en todo aquello que es posible para nosotros. En
nuestra región tenemos diálogo con los hermanos de la Diócesis de San Cristóbal
y su obispo Mons. Mario Moronta”, concluyó Mons. Ochoa.
Fuente: ACI