‘Hazme un poco de compañía, hace
mucho tiempo que esperaba que tuvieses un momento libre para estar conmigo’
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Foto referencial Pixabay (dominio público) |
Tras la Solemnidad de Todos
los Santos y la conmemoración de todos los fieles difuntos, el Arzobispo de
Barcelona, Cardenal Juan José Omella, publicó este domingo su carta semanal
titulada “Sin tiempo
para morir”.
En la misiva, el Cardenal español relató “una historia que tiene
como protagonista a un monje del que todos decían que era un santo. Siempre
estaba de buen humor y siempre muy ocupado”.
“Un día recibió la visita de un ángel cuando estaba en la cocina
fregando las cazuelas. Le dijo el ángel: ‘Dios me ha enviado para llevarte a la
vida eterna, ha llegado tu hora’.
El monje le respondió
sonriente: ‘Te agradezco a ti y a Dios por invitarme tan pronto a su gloria,
pero algunos pensarán que pedí morir sólo para no fregar más cazuelas. ¿No
podríais dejar el viaje para más tarde?’. ‘Vamos a ver lo que se puede hacer’,
le dijo el ángel. Y el monje continuó con su tarea fregando cazuelas porque en
el convento había pocos voluntarios”.
Otro día “el monje estaba en la huerta cavando la tierra y se le
apareció el ángel, pero le vio tan atareado que, sin decirle nada, se fue”.
“Los días iban pasando y nuestro monje, cuando no tenía cazuelas
que fregar ni tierra que cavar, solía ir al hospital a visitar a los enfermos
y, cuando el ángel le vio en medio de tantos enfermos, le dejó tranquilo, no le
dijo nada”, continuó el Cardenal.
“Pero aquella noche, de regreso al convento, el monje se sintió
viejo y cansado, sin ganas de limpiar cazuelas, ni de cavar la tierra, ni de
visitar enfermos. Entró en la capilla y le dijo al Señor: ‘Si quieres mandarme
ahora a tu mensajero, estoy dispuesto a acompañarle, ya no sirvo para nada’”.
Entonces “el Señor le habló: ‘Hazme un poco de compañía, hace mucho tiempo que esperaba que
tuvieses un momento libre para estar conmigo’”.
“¡Qué historia tan preciosa!
Con este breve relato os invito a rezar por nuestros difuntos a fin de que el
Señor les perdone sus faltas, puedan recibir su abrazo y gozar en su presencia,
en compañía de todos los seres queridos que les precedieron en el camino del
cielo. Os pido que tengáis una intención
especial por todos aquellos difuntos por los que nadie reza”,
escribió el Arzobispo de Barcelona.
Para concluir, el Cardenal
animó a los fieles a pedirle a Dios “que no permita que perdamos la confianza
en su amor de Padre y que, como el monje de nuestro cuento, descubramos cómo
podemos colaborar en
cada momento de nuestra vida con la obra de redención del Señor, sobre todo
rezando”.
Fuente: ACI