Las Redes Sociales han transformado la sociedad de la comunicación en una sociedad de la conversación
El
Prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede reflexiona sobre
el tema de la próxima Jornada para las Comunicaciones Sociales: “Somos miembros
de un mismo cuerpo” (Ef 4,25). De la community a las comunidades”, publicado
hoy.
Hablar
a la persona toda entera para vivir la dimensión de la comunidad, incluso en
los tiempos de las Redes Sociales. Es cuanto subraya Paolo Ruffini, Prefecto
del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, comentando con Vatican
News y Radio Vaticano, el tema elegido por el Papa para la próxima Jornada de las Comunicaciones Sociales: “Somos
miembros de un mismo cuerpo” (Ef 4, 25). De la community a las comunidades”,
publicado hoy. Ruffini enfatiza el diálogo y el encuentro para superar el virus
de la comunicación narcisista y autónoma, que divide en lugar de reconciliar.
El Papa Francisco pone a
la comunidad, y por lo tanto a la persona y la relación, al centro del Mensaje
para las Comunicaciones Sociales de 2019. ¿Qué reflexiones tiene sobre este
tema?
R. - Creo que con demasiada
frecuencia no hablamos tanto a la persona en su totalidad, sino sólo a una
parte de ella. Hablamos a su miedo. O quizás a su emoción. Y olvidamos lo que
nos hace únicos e indivisibles. Con demasiada frecuencia dividimos el intelecto
del corazón y del alma. Y este es el virus de lo que Francisco ha llamado
“cardiosclerosis”. El corazón se endurece. Y no nos damos cuenta de que –
pensando en esta manera de defendernos de los demás, en el miedo a ser
contaminados – nos separamos de nosotros mismos y perdemos o corremos el riesgo
de perder la parte más bella de nuestra naturaleza, que se nutre de la belleza
del encuentro, del diálogo, de la relación, del compartir, de la comunión entre
nosotros y con Dios.
Por lo tanto, ¿el riesgo
que hay que evitar es encerrarse en uno mismo?
R. - El riesgo de nuestro
tiempo es el de construir tribus en lugar de comunidades. Tribus basadas en la
exclusión del otro. Es necesario – creo – reaccionar ante esta deriva
narcisista que, al concentrar la mirada y el amor sólo en nosotros mismos,
divide el mundo en dos: nosotros y los demás. Es esto lo que nos impide
ver en el otro a un hermano, a un hijo de Dios, y a Dios. Debemos romper este
“hechizo” y volver a sentirnos una cosa sola. Como dice San Pablo: “Miembros de
un mismo cuerpo”.
Comunidades y community.
Una vez más Francisco presta atención al mundo de las Redes Sociales donde está
presente personalmente. ¿Qué es, en su opinión, lo que el Papa está dando como
contribución original a los habitantes del “continente digital”?
R. - Las Redes Sociales han
transformado la sociedad de la comunicación en una sociedad de la conversación.
Son el lugar donde se forman nuestras identidades, especialmente las de los más
jóvenes. La conversación puede construir relaciones reales, hermosas y sólidas.
O también, alimentarse del odio, del mecanismo del enemigo-amigo, y cuando esto
sucede no existe una relación real; el riesgo es caer de espaldas convencidos
de que estamos avanzando. La presencia social del Papa ofrece una
alternativa, un punto de vista diferente. De alguna manera – creo poder decirlo
– se relaciona con la raíz franciscana de su pontificado. Devuelve a la Red su
más bello significado. ¡No algo que te atrapa, sino algo que te libera, y que
te hace un instrumento de libertad! La comunión es el mejor antídoto contra
todo lo que es falso. Recuerdo la Oración Simple de San Francisco de Asís:
“Señor, hazme instrumento de tu paz; donde haya odio, ponga yo el amor; donde
haya ofensa, ponga yo el perdón”.
Para los jóvenes, para
quienes está dedicado el Sínodo que está a punto de comenzar, es muy importante
pertenecer a una comunidad. Y esto también es cierto en las Redes Sociales.
¿Cómo puede la comunicación ayudar a responder a esta exigencia?
R. - Los jóvenes buscan la
comunidad precisamente porque todavía no han perdido la necesidad de relación,
de encuentro, de diálogo. Sus corazones aún no se han endurecido. La Red que
buscan es una red de personas, no de cables, como dijo el Papa Francisco. Pero
si la Red que encuentran es un sustituto de la red que liberan, si la community en
la que se encuentran se basa en la envidia, en el resentimiento, estamos
destruyendo su futuro y el nuestro.
¿En su opinión, cómo
deberían ser las comunidades de Redes Sociales?
R. - Las comunidades en las
redes sociales deben construirse sobre la base de una auténtica y verdadera
relación entre las personas, todas ellas en su conjunto, aunque vivan en la
dimensión incorpórea de lo digital, que es real y no virtual. Por eso es tan
importante pasar de la community basada en relaciones falsas, en una
falsa representación de la realidad, en falsas amistades que se pueden borrar
con un clic, a la belleza – y también al esfuerzo – de la verdad y el
encuentro. La comunión es el mejor guardián de la verdad. Los jóvenes
buscan la libertad. Pero sólo la verdad nos hace libres.
Alessandro Gisotti –
Ciudad del Vaticano
Vatican News