Cuestión
de un instante
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
En
la zona de los sótanos hay un baño. Ayer entré a lavarme las manos y, de
pronto, ¡sorpresa! Del desagüe salían dos tallos finos y esbeltos, ¡dos
plantitas de casi tres dedos de altura!
La
cuestión es que, el día anterior también había ido ahí a lavarme las manos y no
los había visto... ¿habrían brotado y crecido tanto en solo unas horas? Y,
sobre todo, ¿cómo habían llegado unas semillas hasta ahí?
Aunque
era increíble, lo cierto es que me encantó. Esas plantas creciendo por el
lavabo le daba un toque especial al baño. Me sentía en el palacio olvidado de
una princesa encantada, o en un refugio en medio de una misteriosa y frondosa
selva...
-¡Esto
es de reto! -me dije. Al instante pensé que aquello merecía una foto. Decidí
bajar más tarde con la tableta.
Pero,
¡ay!, cuando llegué, ya había pasado por ahí la hermana que se encarga de la
limpieza de ese baño. Era evidente que las plantitas a ella no le habían
evocado fantásticas aventuras... en todo caso, tal vez le trajeron a la mente
las Plagas de Egipto, porque el exterminio de las plantitas fue total. No dejó
ni la sombra. Apuesto hasta que echó lejía para asegurarse.
Al
principio fruncí el ceño (¡me había destrozado el reto!), pero al instante me
acordé del salmo que, hablando de la hierba dice que “florece por la mañana y
por la tarde la siegan y se seca” (salmo 90). Realmente la vida de aquellas
plantitas había sido muy breve, ¡pero el Señor tuvo la delicadeza de regalarme
disfrutar de su milagro!
¡Cuántas
cosas tenemos a nuestro alrededor que duran solo un instante! Una flor, una
sonrisa, o ese bello atardecer... ¡Cuánto cariño y creatividad vuelca el Señor
en cada uno de esos detalles, aunque sepa que durarán solo unos minutos! Él es
capaz de todo por dibujarte una sonrisa.
Y,
"si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así
la viste, ¿no hará mucho más con vosotros?" (Mt 6, 30)
Hoy
el reto del amor es que disfrutes del instante. Hay detalles maravillosos a tu
alrededor que puedes perderte si los dejas “para más tarde”. Los juegos de tus
hijos, esa amiga que quiere compartir un rato contigo, o el paisaje que ves
desde el autobús... Te invito a que hoy, en algún momento del día, dejes de
lado el móvil durante 5 minutos y disfrutes de la realidad y de las personas
que tienes delante. ¡Hoy es un milagro único e irrepetible! ¡Disfrútalo!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma
