No se puede hacer nada en
el presente ni en el futuro si no estás arraigado en el pasado, en tu historia,
en tu cultura, en tu familia; si no tenés las raíces bien metidas adentro
“¿Son
jóvenes o jóvenes envejecidos?”, es la pregunta que hizo el Papa Francisco en
un video mensaje a los participantes de las Jornadas caribeñas de la Juventud
que se celebra del 10 al 23 de julio en Martinica, en las Antillas, con el tema
“Los jóvenes transforman la familia caribeña”.
En
su mensaje, el Pontífice agradeció a los jóvenes por comprometerse en la
transformación de las familias. “Se ve que tienen garra y quieren luchar. Sigan
adelante”, alentó.
“Es
un tema desafiante, ustedes son jóvenes, pero me pregunto: ¿Son jóvenes o
jóvenes envejecidos? Porque si son jóvenes envejecidos no van a poder hacer
nada. Tienen que ser jóvenes ‘jóvenes’”, es decir, “con toda la fuerza de la
juventud para transformar”, indicó el Papa.
Por
ello, dijo que “lo primero que tienen que hacer es ver si se ‘instalaron’”,
porque “si están instalados la cosa no va. Tienen que desinstalarse los que
están instalados, y empezar a luchar”.
“Ustedes
quieren transformar, quieren llevar adelante y han hecho suyas las directivas
de la Exhortación post-Sinodal sobre la familia para llevar adelante la
familia, para transformar la familia del Caribe. Llevarla adelante hoy para
mañana, o sea, en el presente para el futuro. Y hoy, ustedes, para entender el
presente tienen que saber describirla, saberla comprender para enfrentar el
mañana”, indicó. ´
En
ese sentido, los alentó a estudiar el capítulo cuarto de la exhortación
titulado “El amor en el matrimonio”, porque “en el camino de hoy a mañana
necesitan de la doctrina sobre la familia”. “Ahí está el núcleo. Estúdienlo.
Véanlo y van a tener las pautas de progresión. Pero hoy y mañana. Nos queda el
ayer. No se puede mirar al mañana sin mirar al ayer. No se puede mirar el
futuro sin reflexionar sobre el pasado”.
“Ustedes
se preparan para transformar algo que les fue dado por sus mayores. Ustedes
reciben historia de ayer, reciben tradiciones de ayer. Ustedes tienen raíces y
sobre esto quiero detenerme un minutito: no se puede hacer nada en el presente
ni en el futuro si no estás arraigado en el pasado, en tu historia, en tu
cultura, en tu familia; si no tenés las raíces bien metidas adentro”.
Francisco
aseguró que “de la raíz te va a venir la fuerza para seguir adelante. Todos
nosotros y ustedes no fuimos fabricados en un laboratorio, tenemos esa
historia, esas raíces. Y lo que hagamos, los frutos que demos, la belleza que
podamos hacer en adelante, vienen de esas raíces”.
Así,
recordó el verso del poeta Francisco Luis Bernárdez: “Todo lo que el árbol
tiene de florido, le viene de lo que tiene soterrado”. “Miren hacia atrás
también para tener raíces –invitó el Papa-, miren a sus abuelos, miren a sus
viejos y hablen con ellos, y tomen eso y lo llevan adelante. Transformado, pero
ahí van a tener las raíces, la fuerza para transformar la familia. Es una
tensión transformante. No se puede transformar sin tensión”.
“Les
dije que el núcleo de Amoris laetitia era el capítulo cuarto. Cómo vivir el
amor. Cómo vivir el amor de la familia. Hablen entre ustedes sobre el capítulo
cuarto. Ahí van a tener mucha fuerza para seguir adelante y hacer la
transformación. Y no se olviden una cosa: que el amor tiene fuerza propia. El
amor tiene fuerza propia. Y el amor no termina nunca. San Pablo dice: ‘La fe y
la esperanza acabarán cuando ya estemos con el Señor, en cambio el amor seguirá
con el Señor’”.
“Ustedes
están transformando algo que es para toda la eternidad. Esa fuerza propia que
quedará para siempre. Lindo trabajito se han puesto a hacer. Sigan adelante.
Que Dios los bendiga, rezo por ustedes y por favor, no se olviden de rezar por
mí. Adiós”, culminó el Santo Padre.
Fuente:
ACI Prensa