En caso de coincidir con
la memoria de un Santo o Beato, prevalece la memoria de la bienaventurada
Virgen María
Entrevista
a Don Salvador Aguilera López, sacerdote de la Archidiócesis de Toledo
(España), licenciado en Liturgia por la Universidad Eclesiástica “San Dámaso”
de Madrid y licenciado en Liturgias Orientales por el Pontificio Instituto
Oriental de Roma.
La
Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos dio a
conocer este 24 de marzo una notificación sobre la memoria de la Bienaventurada
Virgen María, Madre de la Iglesia, tras su inscripción en el Calendario Romano
como memoria obligatoria a celebrarse ya este año el lunes después de
Pentecostés.
Nueva celebración
litúrgica para toda la Iglesia
Con
fecha de 11 de febrero del presente año, la Congregación para el Culto Divino y
la Disciplina de los Sacramentos hacía público que, por deseo del Papa
Francisco, la memoria de la «bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia»
sea inscrita en el Calendario Romano General el lunes después de Pentecostés.
El futuro santo Pablo VI y
la Virgen María
En
la conclusión de la tercera sesión del Concilio Ecuménico Vaticano II, el día
21 de noviembre de 1964, el beato Pablo VI declaró que la bienaventurada Virgen
María es «Madre de la Iglesia es decir, Madre de todo el pueblo de Dios, tanto
de los fieles como de los pastores que la llaman Madre amorosa». El Papa
Montini, tal como cita el Decreto, estableció que «de ahora en adelante la
Madre de Dios sea honrada por todo el pueblo cristiano con este gratísimo
título» (AAS 56 [1965] 1015).
En el sentir de los Padres
de la Iglesia
En
el citado Decreto son nombrados dos Padres de la Iglesia: San Agustín y san
León Magno. El Obispo de Hipona dice que María es madre de los miembros de
Cristo, porque ha cooperado con su caridad a la regeneración de los fieles en
la Iglesia mientras que el Santo Pontífice afirma que María es, al mismo
tiempo, madre de Cristo, Hijo de Dios, y madre de los miembros de su cuerpo
místico, es decir, la Iglesia.
En la Sagrada Escritura
María
es madre de los miembros de Cristo porque es la Madre de Dios y porque está
íntimamente unida a la obra redentora de su Hijo. El Decreto cita dos textos
bíblicos en los que aparece María: al pie de la Cruz (cf. Jn 19, 26-27)
y en el cenáculo en Pentecostés (Cf. Hch 1, 14). El Decreto de la
memoria, con el primero, subraya que Ella es la Madre que, al pie de la Cruz,
«aceptó el testamento de amor de su Hijo y acogió a todos los hombres,
personificados en el discípulo amado, como hijos» y, con el segundo, que Ella,
«solícita guía de la Iglesia naciente», inició su propia misión materna ya en
el cenáculo al orar con los Apóstoles en espera de la venida del Espíritu
Santo.
Precedentes de dicha
celebración
Con
motivo del año de la Redención (1975) la Santa Sede publicó una Misa Votiva con
este mismo nombre, la cual fue incluida posteriormente en el Misal Romano
(cf. Notitiae 9 [1973] 382-383); además, en 1980 se añadió dicha
invocación a las Letanías Lauretanas (cf. Notitiae 16 [1980] 159); en
1986 se publicaron tres formularios en las llamadas «Misas de la Virgen» con el
nombre de “La Virgen María, imagen y madre de la Iglesia” y, posteriormente, se
ha concedido que algunas familias religiosas o países la puedan, por ejemplo,
la patria del Papa Francisco.
En la Nación Argentina
En
el actual Misal de Argentina, aprobado por la Congregación para el Culto Divino
el 18 de octubre de 2007, y siendo presidente de la Conferencia de Obispos el
Card. Jorge Mario Bergoglio, ya aparece esta celebración en honor de María con
el grado de memoria obligatoria para todo el país, el lunes después de
Pentecostés. Si vemos en el Propio de los Santos hay una rúbrica, al final del
mes de mayo, que nos remite al formulario de dicho nombre que se encuentra en
las Misas Votivas.
¿Dónde encontramos los
textos para la Misa y la Liturgia de las Horas?
Adjuntos
al Decreto vienen los textos litúrgicos en latín, dejando la responsabilidad de
las traducciones a cada Conferencia de Obispos. En cuanto a la Misa hemos de
señalar que ya se encuentra en el Misal: formulario 10B; en cuanto a las
lecturas, basta ir al Leccionario de las «Misas de la Virgen», en concreto a
los formularios I y II de “la Virgen María, Imagen de la Iglesia” y allí
encontraremos las dos opciones que hay como primera lectura (Gén 3, 9-15.20
y Hch 1, 12-14), el salmo responsorial (Salmo 86 [87]), el Aleluya del
formulario II y el Evangelio ha sido ampliado el del formulario I (Jn 19, 25-34).
Con respecto a la Liturgia de las Horas, se señala como segunda lectura para el
Oficio de Lectura la Alocución del futuro san Pablo VI en la conclusión de la
tercera sesión del Concilio Ecuménico Vaticano II.
Frutos y finalidad de esta
celebración
Esta
celebración, como señala el Decreto, «ayudará a recordar que el crecimiento de
la vida cristiana debe fundamentarse en el misterio de la Cruz... y en la
Virgen oferente, Madre del Redentor y de los redimidos». Además, en el
Comentario que hace el Card. Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto
Divino, señala que esta celebración sirva para recordar a todos los discípulos
de Cristo que tenemos que enraizar nuestra vida en tres realidades: “Crux,
Hostia et Virgo”, es decir, en la Cruz, en la Eucaristía y en la Virgen María,
ya que son los misterios que Dios nos ha dado para dar fecundidad, estructurar
nuestra vida interior y conducirnos hasta Jesús (Cf. La fuerza del
silencio, 57)
¿Qué ocurre en los lugares
donde ya se celebraba?
Pues
en los lugares donde ya se celebraba con un grado litúrgico más elevado, como
nos indica el Decreto, se seguirá celebrando del mismo modo en el futuro.
En España ya hay alguna
celebración mariana en ese día.
El
lunes de Pentecostés es un gran día de fiesta para todos los Almonteños que
celebran a su Patrona, la bienaventurada Virgen María bajo la advocación del
«Rocío». Hasta ahora, en su Ermita, hacían uso de algunos formularios de las
«Misas de la Virgen María» tales como: “La Virgen María del Cenáculo” o “La
Virgen María, Reina de los Apóstoles”. Pero puedo decir, como rociero, que la
decisión del Papa Francisco ha sido recibida con gran alegría y más aún en este
año que se conmemoran los 25 años de la visita de san Juan Pablo II a la Aldea
del Rocío; parece que quieren corroborar las palabras que aquel día dijo el
Papa Wojtyła: «Que todo el mundo sea rociero».
Nota aclaratoria
El
pasado 24 de marzo, la ya citada Congregación sacaba una «Notificatio» cuya
finalidad era aclarar cómo actuar en caso que esta memoria obligatoria de la
bienaventurada Virgen María coincidiese con otra celebración del mismo grado.
El Dicasterio presidido por el Card. Robert Sarah señala que se seguirán los
principios generales de las Normas generales para el Año Litúrgico y el
Calendario y, además, dada la vinculación de María, Madre de la Iglesia,
con Pentecostés, en caso de coincidir con la memoria de un Santo o Beato,
prevalece la memoria de la bienaventurada Virgen María.
Renato
Martínez – Ciudad del Vaticano
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