Lluvias
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Esta
semana ha llovido sin parar; por las fotos que nos mandaron el otro día, ¡hasta
el río de Lerma se está desbordando! Hemos pedido tanto la lluvia, que nos ha
venido toda junta. Han sido tantos días, que hay algo que me ha llamado la
atención, y es que el clima repercutía en nosotras.
No
era raro ver a monjas que, cuando te cruzabas con ellas, decían:
-Uy,
estos días tengo la espalda...
-La rodilla me está dando una lata...
-Qué dolor de cabeza estos días...
Y,
como respuesta, siempre había alguien que decía:
-Tranquila, es por la lluvia.
Y
es que el clima influye mucho, tanto física como emocionalmente. ¡Hay quien
puede hasta predecir un cambio de tiempo!
En
nuestro interior hay también un tipo de clima que causa estragos, y es la falta
de gozo y paz. Muchas veces dejamos que entren los nubarrones que nos quitan el
gozo y la paz, y, con ellos, los síntomas de la tormenta: nos inquietamos, sale
todo al revés...
Seguro
que tienes que tomar muchas decisiones a lo largo del día, o quizá una
importante para tu vida. ¿Cómo decidir? ¿Cuál será el termómetro que nos
asegurará saber cuál es la voluntad del Señor? El gozo y la paz. Esas son las
huellas del Espíritu.
Jesús
siempre que tenía que decidir algo, paraba y oraba; con ello nos mostró que el
siguiente paso a dar se nos va a mostrar en la oración.
Hoy
el reto del amor es tomar esa decisión que tienes, pero primero ora y busca la
respuesta que te deje gozo y paz en tu interior, aunque no coincida con lo que
tú esperabas. ¡Adelante!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma