Las historias del Evangelio no son ficciones
rocambolescas, el padre Dwight Longenecker nos lo demuestra
Durante las temporadas de Navidad y
Epifanía, la mayoría de los cristianos aceptarán la historia de los tres Reyes
Magos como parte del encanto celebratorio.
Los escolares se vestirán con
túnicas carmesís y moradas y llevarán coronas y pequeños cestos en su procesión
tras la estrella de Belén.
Este año, una nueva película
animada sobre la historia cautiva al público y el relato de los magos místicos
de Oriente que iniciaron un arduo viaje para encontrar la verdadera luz de la
vida continuará encantando e inspirando a todos.
Pero,
¿sucedió realmente?
La mayoría de académicos de la
Biblia consideran que la historia está en la categoría de midrash: un relato judío configurado para
satisfacer una profecía del Antiguo Testamento o un pasaje de la Escritura.
Algunos, como Marcus Borg y John
Dominic Crossan, enseñan que la historia de los Magos es simplemente una
encantadora parábola que nos enseña la lección de que para encontrar la verdad
debemos realizar un largo viaje con la orientación de “arriba”.
En su monumental estudio de los
relatos evangélicos sobre el nacimiento de Jesús, el erudito de la Biblia
Raymond Brown coincidió en que era casi un punto de ortodoxia entre los
expertos bíblicos el que la historia de los Magos no era más que una ficción
piadosa y que sugerir lo contrario sería un suicidio profesional.
Sin tener una carrera académica
por la que preocuparme, pensé que sería interesante investigar el tema yo mismo
y comprobar si podría haber alguna base histórica para el antiguo cuento de los
Reyes Magos que vinieron de Oriente para adorar a Cristo niño.
Y
lo que descubrí fue sorprendente. Profundizando
capa tras capa de leyenda y tradición acumulada, encontré que los hechos
históricos coinciden con el sencillo relato de Mateo perfectamente.
Ahondé en geografía, historia
antigua, arqueología, religión y cultura del Imperio romano de tiempos del
nacimiento de Jesús y me maravilló resolver una explicación perfectamente buena
sobre quiénes fueron los Reyes Magos, de dónde venían y por qué viajaron para
rendir homenaje al recién nacido Rey de los judíos.
Los Reyes Magos eran
diplomáticos del vecino reino de los nabateos. Con su capital en la famosa
ciudad de Petra, el rey nabateo Aretas IV tenía toda la motivación de cimentar
una alianza con Herodes el Grande. Cuando los magos de su corte discernieron
que había nacido un nuevo heredero al trono judío, Aretas los envió como
emisarios a la corte de Herodes para rendir homenaje.
Sus presentes de oro, incienso y
mirra eran ofrendas diplomáticas representativas del reino árabe. Con un
trasfondo judío y conociendo las profecías del Antiguo Testamento, también
estarían buscando al Mesías venidero.
Estos y muchos otros detalles
convergieron mientras profundicé en la historia.
Naturalmente, pregunté por qué nadie había
hecho esta investigación antes, y la respuesta es intrigante. Los escépticos
académicos de la Biblia asumían que la historia era ficción. Según señalé antes,
cuestionar esta asunción estaba mal visto en el mundo académico. Por tanto, nadie
hizo su labor de sabueso. ¿Por qué habría nadie de iniciar una investigación
para identificar al Peter Pan histórico?
Mientras tanto, los creyentes
simplemente aceptaban las tradiciones que habían recibido sobre que los Reyes
Magos eran astrónomos místicos de Persia o India o África que siguieron una
estrella fugaz mágica a través de las arenas del desierto. Porque aceptaron las
tradiciones y leyendas sin rechistar, tampoco indagaron para encontrar a los
Reyes Magos históricos.
Cuando inicié mi estudio,
encontré otras buenas razones que explicaban por qué la identidad de los Reyes
Magos no se había descubierto antes. Durante mucho tiempo, la civilización
nabatea se había perdido para los historiadores. Su cultura al noroeste de
Arabia se ocultaba en ruinas bajo en las arenas del desierto y, como no dejaron
historia escrita, se sabía muy poco de ellos.
Solamente en los últimos 50 o 60
años hemos aprendido más sobre este fabuloso y misterioso reino del desierto.
Más recientemente, las avanzadas técnicas de arqueología y estudios forenses,
combinadas con nuevas ciencias como la arqueoastronomía, han ofrecido más
pistas para identificar a los Reyes Magos.
¿Por
qué es importante desvelar la identidad de los tres Reyes Magos? Es importante porque la gran mayoría
de las personas ponen la historia del nacimiento de Cristo en la misma gran
caja mágica que otras historias fantásticas de Navidad.
Afrontémoslo, pastores que
escuchan ángeles cantando y magos místicos que siguen una estrella mágica, es
algo que encaja impecablemente con muñecos de nieve parlantes, Santa Claus y
sus elfos, un trineo mágico con renos voladores que pasan zumbando por el cielo
nocturno cubriéndolo todo de polvo de hadas mágico, luces centelleantes y
magia.
Fundamentar la historia de los
Magos dentro de la polvorienta historia del antiguo Oriente Medio nos recuerda
que las historias del Evangelio no son ficciones rocambolescas ni historias de
hoguera de campamento ni parábolas religiosas. La historia importa porque la
verdad importa y, ya que la Navidad es el momento en que la Verdad eterna
asumió carne humana y entró en la historia humana, los Magos importan.
(El padre Dwight Longenecker
es el autor de Mystery of the Magi-The Quest to Identify the Three Wise
Men [El misterio de los Magos: la búsqueda para identificar a los
Tres Reyes Magos])
Dwight Longenecker
Fuente:
Aleteia