Valentín vivió una vida
marcada por el dolor, entre la debilidad por el alcohol y la consecuente
separación de su esposa
Las
obras de misericordia incluyen dar sepultura a los muertos, así el papa
Francisco ha pedido a su hombre de confianza, monseñor Konrad Krajeski (Don
Corrado) de dar sepultura cristiana a Valentín que desde hace más de 20 años
era huésped fijo de la comunidad de San Egidio.
El
encargado de llevar la caridad del Obispo de Roma a los pobres de su diócesis,
Don Corrado ha celebrado en la Capilla del Políclinico Gemelli, el funeral de Valentín,
mendicante de 48 años, que desde algún tiempo se encontraba en “Villa de la
Misericordia”, el lugar que el Campus de la Católica de Roma destina para
ayudar a las personas sin techo e inaugurada en junio de 2016, informó Radio
Vaticana este lunes 9 de octubre.
El
también limosnero del Pontífice ha definido el gesto como una caricia en el
último momento de la vida de Valentín y coherente con el deseo del Papa de ser
un obispo que acompaña a los últimos y descartados por la sociedad.
El
prelado polaco siguió las instrucciones del Pontífice y celebró la ceremonia
bajo la disposición de ser “pastores hasta el final, como un regalo para
Valentín y acompañarlo a las puertas del paraíso”.
Valentín
era conocido en el barrio romano de Pietralata y allí los voluntarios lo
encontraron cuando distribuían comidas calientes en las noches. El dolor ha
marcado su vida, entre la debilidad por el alcohol y la consecuente separación
de su esposa.
El
papa Francisco ha exhortado a los cristianos en varias ocasiones a que las
palabras y las acciones sean coherentes en una misma línea jesuita del pensar,
sentir y actuar.
Con
duras palabras, el Pontífice aseguró que “se puede mirar a un sin techo y verlo
como a una persona, o bien como si fuese un perro”. De esta forma,
subrayó la necesidad de ayudar a las personas que viven en la calle. Lo hizo en
la entrevista publicada en la edición de febrero de la revista “Scarp de’
tenis” realizada por personas en situación de exclusión social en Milán,
Italia.
Francisco
da testimonio a los cristianos para que ellos toquen con mano la realidad de
las personas marginadas. Así en el Vaticano ha promovido una serie de
iniciativas a favor de las personas marginadas; las duchas, la barbería, la lavandería,
un dormitorio, entre otras posibilidades para reafirmar la dignidad humana.
Ary Waldir Ramos
Díaz
Fuente:
Aleteia