Pura vida
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
De
verdad que, lo que no me pase a mí, no le pasa a nadie. Esta vez ya he rozado
el colmo del absurdo: ¡¡me he quemado con unos ajos!!
Resulta
que había un montón de ajos en la despensa, así que nos lanzamos a preparar
para comer una carne "al ajillo".
La
receta original (para 4 personas) indicaba que había que coger una cabeza
grande de ajo. Así, pues, calcula para 15 personas... ¡y a darle duro a limpiar
dientes de ajo!
Ajito
por aquí, ajito por allá... En principio, una tarea larga, pero sencilla. Sin
embargo, al cabo de un buen rato, comencé a sentir un extraño hormigueo en la
punta de los dedos. Instantes después, aquello pasaba ya a ardor. En cuestión
de segundos... ¡¡sentía fuego en las yemas!!
-Claro,
-me explicaron después- los ajos que se cogen antes de san Martín están muy
vivos...
Primera
noticia que tengo de la existencia de ajos "vivos" y su relación con
san Martín... ¡pero se acabaron los platos al ajillo hasta dentro de unos
meses!
Lo
curioso es que, si pelas un ajo o dos, no notas nada, pero, uno tras otro, ¡es
puro fuego!
También
el Señor actúa de esta forma con nosotros. Podemos sentir en ciertos momentos
el torrente de su amor, pero, a diario, llena nuestro camino con mil detalles
para que sintamos su Presencia a nuestro lado. Sólo hay que abrir los ojos para
descubrirlos y agradecerlos, ¡para cogerlos!, y de este modo, llegará un
momento... ¡en que te arderá el corazón!
Y
si así obra el Señor con nosotros, ¿no será ésta la mejor forma de llegar al
corazón de los demás? Gestos pequeños, pero constantes. Al fin y al cabo,
"la gota de agua no perfora la piedra por su fuerza, sino por su
perseverancia".
Hoy
el reto del amor es realizar un gesto pequeño de amor. En tu oración, pon en
las manos de Cristo a esa persona con la que te cuesta un poco más la
convivencia. Pregúntale al Señor cómo acercarte a ella, ¡aunque sólo sea con un
sonriente "buenos días" cuando la veas! Algo pequeño, que puedas
repetir mañana, y al siguiente, y al siguiente... ¡El calor del amor está
asegurado! ¡Feliz día!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma