Durante
el gran encuentro de oración por la reconciliación nacional de Colombia que
tuvo lugar en Villavicencio, el Papa Francisco acogió los estremecedores
testimonios de algunos representantes de las víctimas de la violencia y
exguerrilleros que ofrecieron mensajes de justicia, verdad, paz y misericordia
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De izquierda a derecha: Juan Carlos Murcia Perdomo, Deisy Sánchez Rey, Luz Dary Landazury, Pastora Mira García / Crédito: CTV |
En
el Parque de las Malocas, el Pontífice escuchó los siguientes testimonios.
Testimonio de Pastora
Mira García
Uno
de los testimonios más impactantes fue el de Pastora Mira García, una mujer
católica que reiteradamente fue víctima de la violencia. De niña, Pastora
perdió a su padre en un asesinato; y años después, se encargó de cuidar al
asesino de este al encontrarlo anciano y abandonado.
Tiempo
después, a causa de la guerrilla y los paramilitares, Pastora también perdió a
su primer esposo y a su hija Sandra Paola.
“Todo
este sufrimiento me ha hecho más sensible al dolor ajeno y, a partir de 2004,
trabajo con las familias de las víctimas de desaparición forzada y con los
desplazados”, relató al Papa Francisco.
A
pesar de todo el sufrimiento, aún faltaba vivir un golpe más en su vida: el asesinato por parte de los
paramilitares de su hijo menor, Jorge Aníbal. Después de tres días de su
fallecimiento, la mujer atendió y alojó en su hogar a un joven, que herido,
había llegado a pedir ayuda. Cuando el joven se recuperó, este le contó haber
sido uno de los asesinos de su hijo.
“Doy
gracias a Dios que, con la ayuda de Mamita María, me dio la fuerza de servirle
sin causarle daño, a pesar de mi indecible dolor. Ahora coloco este dolor y el
sufrimiento de las miles de víctimas de Colombia a los pies de Jesús
Crucificado, para que se una al suyo y, a través de la plegaria de Su Santidad,
sea transformado en bendición y capacidad de perdón para romper el ciclo de
violencia de las últimas 5 décadas en Colombia”, señaló la mujer.
Testimonio de Deisy
Sánchez Rey
El
primer testimonio fue de Deisy Sánchez Rey, una joven que a los 16 años fue
reclutada junto a su hermano por el grupo paramilitar Autodefensas Unidas de
Colombia (AUC).
“Por
3 años hice parte del conflicto armado hasta cuando fui capturada. Después de
más de 2 años de estar privada de mi libertad a causa de mis decisiones
equivocadas quería cambiar de vida”, expresó la joven.
Deisy
contó que estuvo cerca de la Iglesia y la
Eucaristía, lo que le brindó “consuelo y una orientación para el futuro”.
Tiempo después decidió estudiar psicología y ahora ayuda a la población víctima
de la violencia, jóvenes vulnerables y adultos en rehabilitación por consumo
de drogas.
Testimonio de Juan
Carlos Murcia Perdomo
Juan
Carlos Murcia es un joven que por 12 años formó parte de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) y perdió su mano izquierda manipulando
explosivos.
“Al
pasar el tiempo me di cuenta de que estaba equivocado y tomé la decisión de
reintegrarme a la vida civil, inspirado por el deseo de comenzar un nuevo
proyecto de vida junto con mi esposa y mis 3 hijos que en ese entonces contaban
con 1, 2 y 5 años de edad”, contó al Santo Padre.
Finalmente,
relató acerca de su fundación, Funddrras, con la cual a través del desarrollo
del deporte ayuda a “prevenir el reclutamiento infantil y los actos
delictivos”.
Testimonio de Luz Dary
Landazury
Otro
testimonio corresponde a Luz Dary Landazury, una mujer que en el 2012 casi
sufre la amputación de la pierna izquierda luego de sufrir la explosión de un
artefacto puesto por la guerrilla.
En
el momento de la explosión, la mujer llevaba en brazos a su hija de 7 meses;
sin embargo, relató que “gracias a Dios” tanto ella como su niña lograron
recuperarse.
“La
recuperación física demoró más de dos años y frente a las emociones, estas las
integro a mi vida, no las dejo atrás, las acojo porque ellas me han servido
para encontrar paz”, relató.
Finalmente,
Luz decidió visitar a otras víctimas y ayudarles. Hoy da gracias a Dios por
esta oportunidad.
Fuente: ACI