Sembrar
la cultura de la vida en los hijos puede ser una tarea muy asequible si se
realiza mediante píldoras de cuarto de hora con los más pequeños
Para tratar
la defensa de la vida con los adolescentes, bien pueden servir artículos de
prensa o fomentar películas en familia.
El
posible que los adultos más comprometidos con la defensa de la vida
humana desde su concepción hasta su muerte natural, tengan en ocasiones
dificultades para enseñar a los hijos la cultura de la vida de una forma
amena.
Sin
embargo, no es tan complicado como parece crear en los más pequeños el hábito
de aprender sobre la dignidad de la vida humana y aprender a amarla y
defenderla. Bastan pequeñas actividades que pueden realizarse en apenas 15
minutos.
Así
lo asegura Mary Kizior, desarrolladora de programas del programa de estudios
sobre Cultura de la Vida desarrollado por la American Life
League. A su juicio, “un cuarto de hora es un tiempo perfecto para tener la
conversación provida empezada y plantar la semilla que puede crecer y florecer
al tiempo que lo hacen los hijos”.
¿Qué se puede hacer en
exactamente 15 minutos?
1.- Trocea las lecciones
¿No
hay tiempo para explicar una “lección provida” completa? No importa,
simplemente trocéala y explícala, por ejemplo, a la hora de la comida un día y
complétala en los siguientes.
“No
temas empezar una lección sólo porque no podrás concluirla de una sentada.
¡Simplemente empieza”, anima Kizior. En su experiencia, las familias que
han puesto en marcha este sistema cuentan lo fácil que es llevarlo acabo y
“lo bien que sus hijo recuerdan el material a lo largo del curso en varias
lecciones pequeñas”.
2.- No pierdas
una oportunidad
Hay
multitud de ocasiones en las que se puede sembrar la cultura de la vida en
los hijos, por pequeños que sean. Imaginemos que están haciendo, por
ejemplo, un dibujo de una fresa.
Se
puede hablar de lo pequeñito que es un ser humano al principio de su vida
en el seno materno, en comparación al tamaño de una fresa. Este tipo
de pequeños aprendizajes se pueden hacer en cualquier situación, mientras
se hace la compra, en casa durante la cena o conduciendo en el coche.
3.- Lee libros adecuados
a tus hijos
Aunque
sólo sean 15 minutos antes de acostarse y no dé tiempo a comentar lo
leído, o aunque se trate de un libro de dibujos (si es más adecuado
para los más pequeños). Antes o después lo que van descubriendo en
estas lecturas acabará saliendo en cualquier conversación familiar.
4.- Puzzles y
manualidades
No
es necesario gastar mucho dinero para encontrar buenos puyzzles con mensajes
provida. Basta con imprimir imágenes que sean oportunas (del
desarrollo embrionario, por ejemplo), o dibujos o animaciones de los métodos de
aborto, si es adecuado según la edad, y dividirlas para obtener el número
adecuado de piezas a cada edad.
5.- Da a leer artículos
a los adolescentes
Tanto
en la prensa generalista, como en páginas especializadas, se publican a diario
decenas de noticias relacionadas con la cultura de la vida: historias de bebés
que no fueron abortados, de las consecuencias de la eutanasia o sobre la vida
de personas dedicadas a proteger la vida humana de principio a fin.
Pueden
ser especialmente interesantes las historias de aquellos que como Nathanson o
Abby Johnson, trabajaron en el negocio del aborto hasta que comprendieron su
cruel e irracional realidad.
De
actualidad está también, precisamente, la lucha de los padres de Charlie Gard
por la vida de su hijo.
6.- Comenta en familia
una película que tenga valores próvida
No son pocas las
películas que pueden ayudar a comprender el valor y la dignidad
inviolable de la vida humana: Bella, Punto y aparte, El amor imperfecto, Un
hombre verdadero, Donde está el corazón, En lo profundo del océano, Solas…
Si
no hay tiempo para un largometraje, hay algunos cortos interesantes elaborados
en los últimos años por Eduardo Verástegui como Crescendo, El circo de las
mariposas o No
te vendas, sobre los vientres de alquiler.
Juan
Robles
Fuente:
Actuall