Hay mucha gente buena
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace
cosa de un mes teníamos que hacer una gestión y no sabíamos hacia dónde tirar.
Tras mucha búsqueda, encontraron a una persona que resolvía dudas de ese tipo
de forma gratuita, y Lety se lanzó a mandarle un e-mail planteándole la duda,
aunque no esperábamos mucho.
Hoy
en día, cuando ofrecen algo gratis... enseguida surge la desconfianza, pues
"algo pedirán después". Pasaba el tiempo y tampoco nos llamaban, por
lo que dedujimos que no nos ayudarían. Ayer, sin embargo, llegó la llamada. Era
un chico que no nos conocía de nada, que nos llamaba para ayudarnos, que nos
escuchó con atención y, una a una, fue resolviendo cada pregunta. Se
involucraba, nos facilitaba el camino más sencillo a seguir, los pasos a dar.
Nos dedicó tiempo, escucha, paciencia...
Me
impresionó mucho ese gesto, porque tendemos a desconfiar de las personas, de lo
gratuito y, sin embargo, hay gente, mucha gente, que cada día nos desborda con
pequeños gestos gratuitos.
La
gratuidad, cuando te dan algo sin esperar nada a cambio, te rompe por dentro,
desmonta esquemas, desborda, porque sentimos que no lo merecemos. Estos gestos
de gratuidad son los que nos hablan de cómo es el corazón del Señor. Y cuántas
veces nos empeñamos nosotros en llegar a Él y, sin embargo, es Él el que se nos
da sin pedir nada a cambio. No te tienes que hacer valer constantemente. Vivir
de la gratuidad supone ser dependiente y, a veces, nos rebelamos ante ello; ser
dependiente ante los demás y dejarnos cuidar; y ante el Señor, que nos regala
tantas cosas cada día... que nos miramos y sentimos no merecerlo.
Ayer
Pablo, con su gesto, con su llamada, me hizo mirar al Señor. Seguro que hoy te
vas a encontrar con personas que te van a mostrar el Amor gratuito: el que te
deja el asiento, los que se ofrecen para cuidar de los niños estos días que no
tienen cole, el que se levanta para fregar...
Hoy
el reto del amor es que te dejes cuidar. Cuando te ofrezcan ayuda con algo, no
digas: "¡No hace falta!"; déjate cuidar, confía, siéntete dependiente
de los demás y, a través de ellos, siente el Amor gratuito del Señor. No tengas
miedo a confiar, no tengas miedo a dejarte querer. Hay mucha gente buena.
VIVE
DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma