¿Me cuidas el gato?
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer
por la mañana tuvimos la visita de un grupo de familias. Estuvimos compartiendo
con ellos y, en un momento dado, se me acercó una niña y me dijo confiada:
-
Toma, ¿me cuidas el gato?
Extendí
las manos... y me vi con un reloj rosa con orejas de gato. Rápidamente me
explicó que, pulsando en la pantalla, tenía que alimentarle, sacarle a pasear,
cepillarle, llevarle al veterinario... ¡No me dio tiempo a reaccionar! Me vi
con su mascota interactiva sin saber por dónde cogerla y Patricia se fue
corriendo a jugar con sus amigos. Yo preocupada por cuidar a su
"gatito"... Menos mal que se arrepintió rápido de dejarme de "canguro",
porque conmigo no iba a hacer mucha carrera...
"¿Me
cuidas el gato?" Luego me reía en la oración. ¡Un gato interactivo! Tenía
que tener cuidado de cubrir todas sus necesidades y, en función de ello, salía
en la pantalla si le faltaba vida o si se la daba. Y el Señor cada día pone en
mis manos personas, hermanas con rostro, con corazón, y sentía que me decía:
-
¿Me las cuidas?
Ya
han pasado días de vacaciones para muchos, y los niños pequeños sin cole
empiezan a pesar, esa persona con la que a veces se hace difícil la
convivencia... pero nada es por casualidad. El Señor pone cada día en tus manos
a todas las personas con las que vas a estar para que las cuides, para que
noten Su amor a través de tus gestos. No son mascotas interactivas, pero es
verdad que con tus gestos también se van llenando de vida en la realidad. ¿Qué
necesita cada uno? ¿En qué punto necesitan que les des vida?
Hoy
el reto del amor es que cuides a esa persona que el Señor ha puesto en tus
manos. ¿En qué le falta vida? ¿Necesita que le escuches? ¿Necesita que juegues
con él? ¿Qué le ayudes con algo? Cada una de las personas que te rodean son
don, son misión para ti, y son reales. Disfruta de ellos.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma