Desde dentro
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace
unos días, al llegar a la Eucaristía, descubrí que una de las cintas de mi
cuaderno de cantos se estaba deshilachando. No le di mucha importancia, pero,
al día siguiente, el problema había crecido considerablemente. Finalmente,
ayer, cuando cogí el cuaderno me di cuenta de que, o ponía solución
rápidamente, o acabaría por quedarme sin cinta.
Quedaban
unos minutos para la Eucaristía. Lo primero que pensé fue en hacer un nudo,
pero esa solución no me convencía...
Sin
darle más vueltas, cogí el cuaderno y salí a toda velocidad hacia el Noviciado.
Busqué la cola blanca, dispuesta a pegar los hilos entre sí... pero, con las
prisas, en vez de la gotita que pretendía echar, ¡me salió un pegote de cola
blanca impresionante! Desde luego, esta cinta ya no se deshilachará...
Orando
lo sucedido, me di cuenta de que así somos nosotros: cada uno es diferente,
como los hilos de distintos colores, y Cristo nos une para que formemos una
comunidad, una sola cinta.
Pero
también es posible que esta cinta se deshilache... Malentendidos, opiniones
contrarias, o un mal día que acaba en enfrentamientos... Podemos pensar que
sólo somos un hilo, que nuestro alejamiento nadie lo va a notar, pero la cinta
se deshilacha.
¿Qué
hacer?
Podemos
hacer un nudo: poner una manta por encima de lo sucedido, no hablarlo, seguir
para adelante. Sí, los hilos estarán juntos, pero a la fuerza, marcados para
siempre por lo ocurrido.
¡Pero
Jesucristo es como la cola blanca! Su amor y su perdón es ese pegamento
líquido, que entra hasta la última fibra de cada hilo, uniendo de verdad la
cinta. ¿Y sabes qué? Donde está Jesucristo, ese punto queda fortalecido para
siempre, ¡más de lo que estaba al principio!
Hoy
el reto del amor es unir la cinta. Te invito a que en tu oración, pequeño hilo,
le presentes a Cristo todas las cintas de las que formas parte: tu familia, tus
compañeros, tus amigos... Observa con el Señor si hay alguien que esté algo
apartado, alguien que se ha deshilachado. Hoy da la mano a Cristo y acércate a
esa persona desde el perdón y el amor. ¡Feliz día!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma