La veneración común de las reliquias es una de las herramientas que se
están utilizando para fomentar las relaciones ecuménicas entre la Iglesia
Católica y las Iglesias Ortodoxas Orientales
El
pasado mes de mayo, las reliquias de San Felipe y San Nicolás fueron
transportadas a Turquía y Rusia, respectivamente. Han sido expuestass para la
veneración de los fieles ortodoxos del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla
y el Patriarcado de Moscú.
El
transporte de las reliquias de San Nicolás de la ciudad italiana de Bari a
Moscú es particularmente notable. Es la primera vez en 930 años que una parte
del cuerpo de San Nicolás ha dejado Bari para su veneración en el extranjero.
La
iniciativa surgió después de una petición específica que el patriarca
ortodoxo ruso Kirill de Moscú, hizo al papa Francisco cuando se encontraron en
La Habana, Cuba en febrero de 2016.
El
Papa accedió a la petición del Patriarca y envió la solicitud a Mons Francesco
Cacucci, arzobispo de Bari. El arzobispo se puso en marcha para proceder al
traslado de las reliquias. Al final, fue posible separar una pequeña partícula
de la costilla izquierda de San Nicolás, que el arzobispo señaló que estaba
«cerca del corazón del santo».
El
arzobispo Cacucci comentó la carta que el Papa Francisco le había enviado sobre
la petición del Patriarca. El arzobispo explicó que, para el Santo Padre, la
veneración de las reliquias es «una parte esencial del camino hacia el
restablecimiento de la plena comunión entre todos los cristianos».
«La
veneración común de los santos nos ayuda a mirar el diálogo ecuménico con una
luz de esperanza», dijo.
San
Nicolás era uno de los santos más venerados en el cristianismo incluso antes de
que sus reliquias fueron tomadas de Myra, Turquía, por 62 marineros de Bari en
1087.
Esos
marineros hicieron una expedición a Myra para salvar las reliquias de San
Nicolás de los musulmanes que habían conquistado la ciudad donde San Nicolás
había vivido y servido como obispo en el siglo IV.
Las
reliquias de San Nicolás llegaron a Moscú el 22 de mayo. Se colocaron en un
recipiente especialmente diseñado para la ocasión. Las reliquias fueron
colocadas en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú. El mismo Patriarca Kirill
celebró una liturgia divina para darles la bienvenida.
Las
reliquias estarán en Moscú hasta el 12 de julio. Luego se trasladarán a San
Petersburgo durante varias semanas antes de regresar a Bari el 28 de julio.
San Felipe
El
8 de mayo, el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla recibió las reliquias de
San Felipe en la ciudad turca de Esmirna.
San
Felipe evangelizó esa tierra y allí fue martirizado. Sus reliquias habían
sido guardades en la iglesia Santi Apostoli de Roma desde el siglo VI. El año
pasado, las reliquias fueron sacadas y sometidas a examen. Luego, fueron
expuestass durante un tiempo para la veneración de los fieles.
El
patriarca ortodoxo Bartolomé de Constantinopla abogó con fuerza por compartir
las reliquias para la veneración, ya que está particularmente vinculado a San
Felipe. La comunidad católica se unió al Patriarca en esta petición, y así una
de las reliquias de San Felipe pudo volver a casa. El arzobispo católico de
Izmir, Lorenzo Piretto, envió personalmente la petición de llevar las reliquias
a la ciudad turca.
Fuente:
Catholic World Report/infoCatólica