El Papa Francisco recordó también con alegría su encuentro con el
Patriarca Bartolomé en la capital egipcia
El Papa
Francisco recibió con gran alegría a la Delegación
del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, que llegó a Roma con motivo de la
fiesta de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo.
Con
su especial agradecimiento al Patriarca Bartolomé, el Papa
destacó el impulso en el camino ecuménico y se refirió al anhelo de comunión
plena, que «no sea uniformidad homologada».
Recordó
que en 2017 se cumple medio siglo de las históricas visitas de Pablo
VI al Fanar y del
Patriarca Atenágoras a Roma, que dieron
vida al intercambio de Delegaciones entre la Iglesia de Roma y la de
Constantinopla, en ocasión de las fiestas de sus respectivos Patronos:
«Vuestra
presencia me ofrece la grata oportunidad de recordar que este año se celebra el
50 aniversario de la visita del Beato Pablo VI al Fanar, en julio de 1967, y de
la visita del Patriarca Atenágoras, de venerada memoria, a Roma en octubre de
ese mismo año. El ejemplo de estos valientes y Pastores con
visión de futuro, movidos únicamente por el amor a Cristo y a su Iglesia nos
alienta a proseguir nuestro camino hacia la unidad plena. Hace
cincuenta años las dos visitas fueron eventos que suscitaron inmensa alegría y
entusiasmo en los fieles de las Iglesias de Roma y de Constantinopla y
contribuyeron a hacer madurar la decisión de enviar delegaciones para sus
fiestas patronales, cosa que seguimos haciendo hoy».
El
Papa Francisco recordó también con alegría su encuentro con el Patriarca
Bartolomé en la capital egipcia:
«Estoy
profundamente agradecido al Señor, porque a mí también me sigue dando ocasión
de encontrar a mi hermano amado Bartolomé. En particular, conservo un recuerdo
grato y benéfico de nuestro reciente encuentro en El Cairo, donde pude
constatar una vez más la profunda consonancia de visión sobre algunos desafíos
que interesan a la vida de la Iglesia y del mundo contemporáneo».
En
este contexto, el Obispo de Roma destacó, con sus mejores deseos, la reunión en
Leros, Grecia, prevista para el mes de septiembre del Comité de coordinación de
la Comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia
Católica y la Iglesia Ortodoxa.
Y
concluyó su discurso recordando la oración de Jesús al Padre:
«Eminencia,
queridos hermanos, la unidad de todos sus discípulos fue el
apremiante ruego que Jesucristo presentó al Padre poco
antes de su pasión y muerte (cfr Jn 17,21). El cumplimiento de este ruego está
confiado a Dios, pero pasa también a través de nuestra docilidad y obediencia a
su voluntad. Oremos los unos por los otros para que el
Señor nos conceda ser instrumentos de comunión y de paz, confiando en la
intercesión de los Santos Pedro y Pablo y de San Andrés».
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