Se
sentía más acogido en las iglesias que en las mezquitas y percibió que las
oraciones cristianas eran más generosas que las musulmanas
Bashir
Mohamed es un sirio que fue adoctrinado por extremistas y que perteneció al
yihadista Frente Al Nusra, asociado a los terroristas de Al Qaeda. Sin embargo,
una intensa experiencia de curación gracias a la oración hizo que se
convirtiera al cristianismo.
Ahora
Mohamed tiene 25 años, reside en Estambul, Turquía, con su esposa Hevin Rashid,
y organiza reuniones de oración en su casa en la que participan otros
musulmanes como él que se han convertido al cristianismo.
Mohamed
nació en la ciudad de Afrin, en la zona kurda de Siria, en el seno de una familia musulmana.
Cuando tenía 15 años, su primo Ahmad lo llevó a las prédicas yihadistas y se
adhirió a una de las ramas más extremistas del Islam.
Al
estallar la guerra civil en Siria en el 2011, Mohamed se unió a las fuerzas
kurdas que luchaban por su autonomía, ya que no tienen un territorio propio.
El
joven se horrorizó ante las matanzas que ocurrían en las batallas, pero
paradójicamente estas revitalizaron su interés por las enseñanzas extremistas
que aprendió en su adolescencia.
“Cuando
vi todos esos cadáveres comencé a creer en todo lo que enseñaban las lecturas.
Me hicieron buscar la grandeza de la religión”, contó a The
New York Times.
En
2012 desertó con un amigo de las fuerzas kurdas para unirse al Frente Al Nusra.
Este grupo busca derrocar al gobierno de Bashar al Asad en Siria y crear un
estado islámico extremista.
Como
miembro del Frente Al Nusra, Mohamed continúo atestiguando crudas matanzas.
Entre otras cosas describió que los yihadistas ejecutaban a los prisioneros con
gran crueldad como cuando los aplastan con excavadoras.
Mohamed
explicó que la propaganda de los extremistas hacía ver la violencia como algo
tolerable. “Nos decían que esa gente eran los enemigos de Dios y yo veía
positivamente las ejecuciones”.
En
el año 2013 volvió por un breve periodo de tiempo a su ciudad y cuando estuvo
de vuelta en el campo de batalla comenzó a cuestionar los objetivos del Frente
Al Nusra.
En
una ocasión vio que las tropas del gobierno sirio también ejecutaban a sus
prisioneros con excavadoras. Entonces pensó que no había mucha diferencia entre
ambos bandos.
Desilusionado,
abandonó el Frente Al Nusra y volvió nuevamente a Afrin. “Fui a Al Nusra en mi
búsqueda de Dios. Pero después de ver a musulmanes asesinando a musulmanes, me
di cuenta de que algo estaba mal”, manifestó.
Un
año después, Mohamed huyó de Siria con su esposa a Turquía. Ya instalados en
Estambul, Mohamed continúo siendo musulmán. Rezaba tan alto que sus vecinos se
quejaban y quería que su esposa estuviera siempre cubierta en las calles.
A
principios del año 2015, Hevin cayó gravemente enferma. Mohamed recuerda que
llamó a su primo Ahmad, que para ese entonces ya residía en Canadá, para
contarle su situación y se dio con la sorpresa de que la persona que lo había
introducido en el mundo de los extremistas se había convertido al cristianismo.
Ahmad
le pidió a Mohamed que colocara su teléfono cerca de su esposa para que su
grupo pudiera cantar y orar por su salud. Al inicio Mohamed rechazó la idea
porque consideraba al cristianismo como una religión repugnante, pero cedió
porque estaba desesperado.
Días
después de la llamada, la salud de Hevin comenzó a mejorar y su esposo atribuyó
este cambio a la oración de su primo.
Entonces
decidió pedirle que le presentara a un líder cristiano para poder aprender
sobre la fe cristiana. Se puso en contacto con Eimad Brim, un misionero
evangélico de un grupo llamado El Buen Pastor, que tenía su sede principal en
Jordania.
Mohamed
contó que cuando comenzó a leer la Biblia se dio cuenta
de que le traía más paz que leer el Corán. Se sentía más acogido en las
iglesias que en las mezquitas y percibió que las oraciones cristianas eran más
generosas que las musulmanas.
Tanto
él como su esposa comenzaron a soñar con su conversión y a sentirse amados por
Dios, según relató Hevin a The New York Times.
Cuando
se convirtieron eran conscientes que podían sufrir persecución. Sin embargo,
“yo confió en Dios”, expresó Mohamed.
“Hay
un gran abismo entre el dios que yo solía adorar y el Dios que adoro ahora.
Nosotros solíamos adorar con miedo, ahora todo ha cambiado”, dijo el joven
converso al cristianismo.
Fuente:
ACI Prensa