A María le ofrecemos
nuestras alegrías, nuestros dolores y nuestras esperanzas
Tras
la celebración de la Santa Misa en la Plaza de los Mártires y del apremiante
llamamiento por diversas situaciones del mundo actual que están en el corazón
del pontífice, el Papa Francisco rezó la oración mariana del Ángelus dominical
junto con los fieles presentes, y bendijo las primeras piedras de tres nuevos
edificios de la Diócesis de Carpi: el de la Parroquia de Santa Ágata, el de la
Casa de Ejercicios Espirituales de San Antonio en Novi, y de la “Ciudadela de
la Caridad”.
A
la Madre de Dios, pidió posar su mirada misericordiosa sobre los sufrientes, en
especial en los enfermos, los pobres y los que están sin trabajo. También
agradeció y exhortó a los obispos de la región Emilia Romaña y al pastor de
Carpi, mons. Caviña a estar cerca de sus sacerdotes. A los fieles todos, el
pontífice expresó su gratitud, y confió, por último, las vidas y el destino de
la Iglesia y del mundo a María.
A
continuación, las palabras del Papa:
Queridos
hermanos y hermanas:
Quiero
agradecerles por haber venido a esta Misa: quiero agradecer a todos, a todos
los que han trabajado para esta doble maratón: la del domingo pasado y esta...
¡muchas gracias! Y quiero agradecer a ustedes, enfermos: ¡hay cuatro mil
enfermos aquí! Gracias a ustedes que con vuestros sufrimientos ayudan a la
Iglesia, ayudan a llevar la Cruz de Cristo. Gracias. ¡Muchas gracias a ustedes!
Y
al final de esta celebración, nuestro pensamiento se dirige a la Virgen Santa,
a la que veneran en la iglesia catedral dedicada a ella. A María le ofrecemos
nuestras alegrías, nuestros dolores y nuestras esperanzas. Le pedimos que pose
su mirada misericordiosa en quienes de nosotros están sufriendo, especialmente
en los enfermos, en los pobres y en quienes están privados de un trabajo digno.
Recordando
el ardor apostólico de dos figuras de su tierra, el Beato Odoardo Focherini y
la Venerable Marianna Saltini, testigos de la caridad de Cristo, saludo con
gratitud, a ustedes, los fieles laicos. Los animo a ser protagonistas de la
vida de sus comunidades, en comunión con sus sacerdotes: apunten siempre en lo
que es esencial en el anuncio y en el testimonio del Evangelio.
Agradezco
a ti, querido Obispo Francesco, y a todos ustedes, Obispos de la Región de
Emilia Romaña, por su presencia, y sobre todo, al Pastor de esta diócesis,
Mons. Francesco Cavina: los exhorto a estar al lado de sus sacerdotes con la
escucha, la ternura y la cercanía atenta.
Por
último, quisiera agradecer a todos y cada uno de ustedes, queridos fieles, a
los sacerdotes, religiosos y religiosas, a las Autoridades y particularmente a
cuantos han colaborado para organizar esta visita, con un pensamiento especial
para el AGESCI y el coro, compuesto por todos los coros de la diócesis, que ha
animado esta liturgia.
Confiamos
nuestras vidas y el destino de la Iglesia y del mundo a María, recitando juntos
la oración del Ángelus. Angelus domini...
De
aquí el Sucesor de Pedro se traslada al Seminario episcopal para almorzar con
los Obispos de la región y los sacerdotes ancianos residentes en la Casa del
Clero, y con los seminaristas, y posteriormente celebrará un encuentro con los
sacerdotes diocesanos, los consagrados y los seminaristas.
Griselda
Mutual
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Vaticano