Este nuevo paradigma
mundial promueve confusos principios filosóficos, biológicos y morales que
“distorsionan deliberadamente la naturaleza humana”
El
Obispo de Alcalá de Henares en España, Mons. Juan Antonio Reig Pla, propuso la familia cristiana,
la escuela católica y la parroquia como respueta al “nuevo paradigma mundial”
que busca implantar en la sociedad principios que “distorsionan deliberadamente
la naturaleza humana” como los postulados de la ideología de género.
Mons.
Reig Plá hizo esta propuesta al hacer públicas las conclusiones del Simposio
sobre “la familia cristiana y la escuela católica: Minorías creativas para la
renovación de la sociedad” que tuvo lugar recientemente en su diócesis.
El
punto de partida del Congreso fueron las palabras de San Juan Pablo II: “El hombre no
puede vivir sin amor”.
En
su síntesis, el Prelado manifestó que la Iglesia es un
hospital de campaña que debe cuidar de numerosos afectados por “la gran
epidemia del emotivismo contemporáneo, que identifica el amor con un
sentimiento y hace al hombre incapaz de edificar en el tiempo relaciones
duraderas que le plenifiquen”.
En
ese sentido, Mons. Reig Pla explicó que la ideología de género y las teorías
“queer” y “ciborg” son “expresiones modernas de la tentación primordial ‘seréis
como dioses’” y aseguró que actualmente existe “una guerra a escala universal
contra el designio de Dios”.
Actualmente,
dijo el Obispo, “nos encontramos ante un ataque global programado, científica y
sistemáticamente contra el orden de la creación-encarnación-redención” que se
desarrolla desde varios frentes que incluyen el aborto, la eutanasia, el “amor
libre”, la “pornificación” de las relaciones personales, la manipulación
arbitraria de la anatomía, fisiología y la identidad personal.
Mons.
Reig Pla también advirtió que actualmente se está desarrollando “un nuevo
paradigma mundial” que promueve confusos principios filosóficos, biológicos y
morales que “distorsionan deliberadamente la naturaleza humana”.
“España
está siendo el laboratorio europeo de los cambios legislativos sobre estos
nuevos paradigmas con una proyección hacia los países hermanos de
Hispanoamérica”, aseguró, por lo que urgió a la formación de profesionales y
políticos que “dediquen su vida a
combatir tales ideologías y a proponer la verdad, bondad y belleza de la
familia”.
“Hemos
de volver a llamar a las cosas por su nombre desvelando el rapto de la realidad
que se promueve desde la “manipulación del lenguaje”. En concreto “hemos de
denunciar la censura del nombre de Dios y de Jesucristo en la vida pública, así
como el desprecio y la burla del patrimonio católica de nuestro pueblo”,
subrayó el Prelado.
En
ese sentido, también destacó la “censura pública de Dios” bajo la “dictadura de
lo políticamente correcto” y reclamó la “despenalización de las palabras
‘prohibidas’” como son “esposo, esposa, padre, madre, varón, mujer y Dios”.
Ante
este difícil panorama, el Obispo de Alcalá de Henares pidió responder “de
manera creativa” y no dejar que “minorías dominantes” impongan su visión de la
sociedad basado en un “constructivismo filosófico, fruto del relativismo, que
ha sido sucesivamente aplicado por los “poderosos” a la cultura, después al
derecho y desde él a la enseñanza, a la sanidad y a todos los aspectos de la
vida social, alcanzando, por imperio despótico de la ley, la intimidad del
hogar y de las personas”.
Familia, escuela y
parroquia como respuesta
Por
eso, Mons. Reig Pla propuso a la familia cristiana entendida como “minoría
creativa para la renovación de la sociedad” como respuesta al “drama de la
secularización contemporánea”.
El
Prelado pidió a las familias “volver al origen” que es Cristo para “proponer
sin ideologías ni ambigüedades la verdad, el bien y la belleza del matrimonio, de la
familia y del don de toda vida humana desde la concepción y hasta la muerte
natural”.
El
Obispo de Alcalá de Henares también insistió en la necesidad de una
“antropología adecuada para poder educar correctamente a la persona” que se
basa en “la diferencia sexual como constitutiva de la persona” y desde la cual
“somos llamados al amor”.
Para
su construcción completa propuso el trabajo conjunto entre la familia
cristiana, la comunidad eclesial y la escuela católica como “trípode para
formar todos los aspectos de la persona”.
Ante
la imposición de la ideología de género en la educación “con la premisa de que
quien discrepe de ella es porque odia a las personas” el Prelado invitó a
“educar en el amor” generando vínculos sanos entre los chicos y evitar que se
“transforme la cultura del encuentro en la cultura del deseo y de la
impulsividad sin sentido”.
Insistió
también en que “la masculinidad y la feminidad es un don y a través de los
itinerarios de maduración se acompaña a la persona a llenar plena y
personalmente de sentido el don de lo que es”.
El
Obispo exhortó a que surjan “testigos del amor nupcial de Cristo por su
Iglesia” porque “solo la luz de los santos, que procede de Cristo, puede
disipar las sombras y las tinieblas de una cultura sin Dios” y pidió que “en
esta noche cultural que atraviesa España suplicamos al Señor que suscite el
Espíritu de Santidad que avive el fuego de la Tradición católica de nuestro
pueblo”.
Puede
leer la síntesis final y las conclusiones del congreso “La familia cristiana y
la escuela católica: Minorías creativas para la renovación de la sociedad” de
manera íntegra AQUÍ.
Por Blanca Ruiz
Fuente:
ACI Prensa