Primavera
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
La
huerta del convento, intuyendo la llegada de la primavera, ha empezado a
transformarse, cubriéndose con una alfombra de suave hierba verde. ¡Está
preciosa!
En
mitad del jardín del Noviciado, por acabar con una plaga, el año pasado
quemaron un arbusto. Aún está todo marcado por el gris de la ceniza, que ahora
destaca sobre los colores verdes. Pero ayer, al pasear, ¡descubrí que también
está brotando hierba, mucho más fuerte que en el resto del jardín!
Hoy
comienza la Cuaresma, hoy es Miércoles de Ceniza. Admito que nunca me ha hecho
gracia la ceniza. A parte de lo sucia que es, siempre me recuerda a muerte, a
frío, a un fuego que se ha apagado. Por ello, la de hoy no era de mis
celebraciones favoritas. Sin embargo, al ver la ceniza del jardín, el Señor me
ha mostrado que, con Él, no es muerte, sino abono, ¡preludio de vida nueva!
Cristo
nos ofrece hoy comenzar un tiempo de gracia. Y empezamos de la mejor forma
posible, con la ceniza. ¿Quién no lleva encima una o varias muertes?
Sufrimientos, situaciones que cuestan, o ese revés del carácter que tan malas
pasadas juega de vez en cuando...
Sí,
somos ceniza, muy poca cosa... pero contamos con un Dios muy, muy grande. Hoy
queremos poner en manos de Cristo toda nuestra ceniza, porque sabemos que Él
saca vida de cualquier muerte. Jesucristo es como la primavera: ¡todo lo llena
de vida! Y tu ceniza se convertirá en abono en el que crecerá la obra del Señor.
Hoy
el reto del amor es participar en la celebración de la ceniza. ¿Te has fijado?
Hoy ponen ceniza sobre nuestra frente... ¡pero la ponen en forma de Cruz! Por
ello, cuando hayas recibido la ceniza, mira al Señor y dile: "Puedo ver mi
pobreza, ¡pero creo en tu grandeza!" Te invito a que este año comiences la
Cuaresma confiando en el poder de Cristo, poniéndote en sus Manos. ¡Él hará de
tu montón de ceniza un campo fértil por su gracia! ¡Feliz y santa Cuaresma!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma