De la cocina al
dormitorio, algunas ideas para enriquecer tu decoraciĆ³n
Todos
queremos que nuestra casa sea un remanso de paz y de amor. Sin embargo, la
mayor parte del tiempo, nuestras casas parecen mƔs una jungla: pilas de ropa
desordenada, zapatos que entorpecen la entrada, una cocina apenas funcional y
un salĆ³n abandonado ante la imposibilidad de control.
Nuestro
ritmo de vida al galope nos deja poco tiempo para ocuparnos de la casa, pero si
consiguen disminuir ese ritmo y colocar algunos detalles decorativos en
cada habitaciĆ³n, su casa parecerĆ” un hogar de paz y no solamente un
armario gigante donde se apilan los objetos del dĆa a dĆa. Insuflar un poco de
alma a su entorno es mƔs sencillo de lo que piensan.
Dejen que
les inspire esta lista de toques decorativos que volverƔn su espacio mƔs
cĆ³modo y espiritual. QuizĆ”s se den cuenta incluso de que su casa
consigue reflejar la alegrĆa y el confort que encontramos en las iglesias.
Umbral
de la puerta y exterior
“Pedid
y se les darĆ”; busquen y hallarĆ”n; llamen y se les abrirĆ”” (Mateo 7:7)
Que
su puerta de entrada sea un sĆmbolo y no solamente un pasaje hacia el
interior o el exterior. Una puerta es un umbral, y en una iglesia eso representa
acogida, refugio, asĆ como transformaciĆ³n: nunca eres la misma persona cuando
sales de la iglesia que cuando entraste. Recuerden a sus invitados
que estƔn entrando en un lugar aparte. PequeƱos detalles, como una aldaba
bonita o una campanilla, un felpudo de bienvenida o una estatuilla de un Ɣngel
sobre el umbral de la puerta, marcarƔn la diferencia.
Entrada
“No
se olviden de la hospitalidad; gracias a ella hospedaron algunos, sin
saberlo, a Ć”ngeles” (Hebreos 13:2)
En
un lado interior junto a la puerta, ¿por quĆ© no instalar una pequeƱa fuente de
agua bendita y crear el hƔbito de bendecirse cada vez que salen o
entran de casa? Tal vez los invitados se sientan motivados a hacer lo
mismo. En cualquier Ʃpoca del aƱo, colgar campanillas en el pomo de la puerta
siempre aporta un aire de festividad. ¡Los invitados sentirĆ”n que su llegada es
una celebraciĆ³n! Y como punto adicional, sabrĆ”n cuĆ”ndo regresan los niƱos
a casa. Para un toque sacramental de protecciĆ³n, cuelguen una medalla de
san Benito cerca de la puerta.
La cocina
“Por
tanto, ya coman, ya beban o hagan cualquier otra cosa,
hĆ”ganlo todo para gloria de Dios” (1 Corintios 10:31)
La
cocina ya estĆ” provista de sĆmbolos casi sacramentales, como la mesa, por
ejemplo. Ya estĆ© en un rincĆ³n acogedor para el desayuno o en medio de la
cocina, la mesa estĆ” ahĆ donde se comparte el pan. Tengan en cuenta que
todo lo que estĆ” en su cocina trata de abrir el apetito y estimular la
conversaciĆ³n en torno a una comida.
Una
cita espiritual o hierbas frescas que crezcan cerca de la ventana serĆan
elementos que participarĆan de este sentimiento de convivencia. Una oraciĆ³n
enmarcada, la invocaciĆ³n de un santo (como Marta, por ejemplo, conocida por sus
fantasĆas culinarias) o un poema sugerente pueden inundar la cocina de un
sentimiento de bienestar. Su cafetera o tetera preferida pueden ser
tambiĆ©n sĆmbolos significativos que llamen a la relajaciĆ³n, la paz y la
comuniĆ³n.
Tapicen
la puerta de su frigorĆfico con fotos de su familia, dibujos de
sus hijos, postales, tarjetas de felicitaciĆ³n o todo lo que
les recuerde a los seres queridos de su entorno.
El comedor
“AcudĆan
al Templo todos los dĆas con perseverancia y con un mismo espĆritu, partĆan el
pan por las casas y tomaban el alimento con alegrĆa y sencillez de corazĆ³n.
Alababan a Dios y gozaban de la simpatĆa de todo el pueblo. El SeƱor agregaba
cada dĆa a la comunidad a los que se habĆan de salvar” (Hechos 2:46-47)
Ya
utilicen el comedor para comer o cenar todos los dĆas o solamente en
ocasiones especiales, la decoraciĆ³n es muy importante porque puede decir mucho
sobre la historia de su familia. Pueden usar, por ejemplo, un mantel
o unos candelabros heredados de su abuela. No importa mucho de quƩ se
trate, los objetos que se transmiten de generaciĆ³n en generaciĆ³n permiten
relatar la vida de su familia, al mismo tiempo que generan recuerdos nuevos.
“En
el principio existĆa la Palabra”, nos recuerda san Juan. Pues es en el comedor
donde nuestra tradiciĆ³n oral se perpetĆŗa. Las personas se expresan a travĆ©s de
sus historias, sus risas y sus llantos, y nos enriquecen a todos. Algunos
cuadros religiosos, con escenas como La Ćŗltima cena o Las bodas
de CanĆ” pueden ser bellas ilustraciones para esta habitaciĆ³n de compartir.
El salĆ³n
“Vengan a
mĆ todos los que estĆ”n fatigados y sobrecargados, y yo les darĆ© descanso”
(Mateo 11:28)
¡Sean
audaces! No releguen obligatoriamente todos los sĆmbolos religiosos a los
dormitorios. Todos los que vengan a su casa deberĆan saber cuĆ”les son
su creencias. No duden en salpicar su salĆ³n de arte religioso.
Enseguida sentirƔn el impacto positivo que esto puede tener sobre
su Ɣnimo.
El
arte religioso no estĆ” destinado a verse expuesto Ćŗnicamente en una iglesia.
Pongan una imagen de la Virgen encima del sofĆ” o bien algĆŗn Ć³leo sobre un
acontecimiento bĆblico junto al sillĆ³n preferido, o incluso la estatua de un
santo sobre su piano o en la estanterĆa.
La luz
“TĆŗ
eres, Yahveh, mi lĆ”mpara, mi Dios que alumbra mis tinieblas” (Salmos 18:29)
Al
igual que el cirio pascual en la vĆspera de Pascua, la luz de Cristo da vida a
su casa. Ya sea el fuego de la chimenea, un horno de leƱa o un cirio sobre
vuestra mesa, la presencia de una luz elemental que arda con todo su esplendor
es un recordatorio poderoso de la presencia de Dios.
La habitaciĆ³n familiar
“No
se inquieten por cosa alguna; antes bien, en toda ocasiĆ³n,
presenten a Dios sus peticiones, mediante la oraciĆ³n y la sĆŗplica,
acompaƱadas de la acciĆ³n de gracias. Y la paz de Dios, que supera todo
conocimiento, custodiarĆ” sus corazones y sus pensamientos en Cristo
JesĆŗs” (Filipenses 4:6-7)
Es
el mejor entorno para recordarles los lazos que les unen, a ustedes y a
su familia. Esta habitaciĆ³n es el lugar ideal para las fotos de familia o
un Ć”rbol genealĆ³gico enmarcado en la pared, al igual que algunas citas
espirituales. AƱadan algunos cojines y mantas para darle un toque cĆ³modo y
cƔlido.
El dormitorio
“En
vano madrugan al levantarse, el descanso retrasan, los que comen pan
de fatigas, cuando Ć©l colma a su amado mientras duerme” (Salmos 127)
Pueden colocar
un crucifijo bendecido en el dormitorio y un rosario junto a su cama. Al
lado de sus fotos de matrimonio, ¿por quĆ© no aƱadir una obra de arte
religioso que evoque su amor marital? Mi obra preferida es el encuentro en
la puerta dorada de JoaquĆn y Ana, obra de Giotto, con ese mismo nombre Encuentro
en la Puerta Dorada.
Si
eres soltero o soltera, quizĆ”s puedas utilizar una imagen de tu santo homĆ³nimo.
En mi caso serĆa santa Ana o la Virgen MarĆa, por mi segundo nombre. Si no
tienes un santo homĆ³nimo, usa el santo de tu iglesia o tu santo favorito.
Un
pequeƱo consejo para un toque adicional acogedor: escoge un edredĆ³n de animados
colores. ¡Todas las habitaciones deberĆan tener uno!
Cuarto de baƱo
“Si
conocieras el don de Dios, y quiĆ©n es el que te dice: ‘Dame de beber’, tĆŗ le
habrĆas pedido a Ć©l, y Ć©l te habrĆa dado agua viva” (Juan 4:10)
El
agua es un elemento integral y salvador del sacramento del bautismo.
Recuerden este don al decorar con amor este lugar donde se lavan y
refrescan todos los dĆas. Consideren utilizar toallas con una frase
inspiradora. AƱadan velas para crear una atmĆ³sfera de ensueƱo, tambiĆ©n
jabones y aromas originales, alegres o relajantes. Todos los elementos han de
conjugar un ambiente que les limpie agradablemente del estrƩs de la jornada.
San
AgustĆn calificaba la belleza de Dios como “tan antigua como nueva”. Nuestros
humildes hogares pueden reflejar tambiƩn eso, al igual que una hermosa catedral
puede ilustrar el calendario litĆŗrgico a travĆ©s de magnĆficos ornamentos. La
pintura de un niƱo en el frigorĆfico o una frase de Shakespeare colgando de una
pared pueden ser tan refrescantes para el espĆritu como una vidriera baƱada por
la luz del sol. A
sĆ
que miren atentamente a su casa, identifiquen aquello que ya
exprese su fe y diviĆ©rtanse imaginando quĆ© les gustarĆa aƱadir, ya
sea algo sublime o magnĆficamente simple. Recuerden a todo aquel que entre
en su casa que se trata de un hogar sĆ³lido como una roca.
“CayĆ³ la lluvia, vinieron los torrentes,
soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayĆ³,
porque estaba cimentada sobre roca” (Mateo 7:25)
Fuente: Aleteia