En la homilía de este jueves, el Santo Padre invita a preguntarse “¿sé
reconocer el tiempo en el cual me visita Dios?”
El papa Francisco ha reflexionado en la
homilía de ayer jueves en Santa Marta sobre el “amor loco de Dios por su
pueblo” y “nuestra infidelidad”. Un drama –ha explicado– que hace llorar a
Jesús delante de Jerusalén que no ha reconocido el tiempo en el que ha sido
visitada por Dios.
La homilía ha surgido de la imagen de
“Jesús llora sobre Jerusalén”. Jesús llora porque recuerda la historia de “su
pueblo”. Por un lado este “amor sin medidas” y por otro “la respuesta del
pueblo egoísta, desconfiada, adúltera, idolátrica”. Amor loco de Dios por su
pueblo, ha asegurado el Santo Padre.
En el Evangelio del día, Jesús lamenta
también “porque no has reconocido el tiempo en el que has sido visitado”. Y
esto “duele al corazón de Jesucristo, esta historia de infidelidad, esta
historia de no reconocer la caricia de Dios, el amor de Dios, de un Dios
enamorado que te busca, busca que también tú seas feliz”. Jesús vio en ese
momento qué le esperaba como Hijo, y lloró. Y este drama no sucedió solo en la
historia con Jesús, es un drama de todos los días. Por eso ha invitado a
preguntarse: “¿sé reconocer el tiempo en el cual he sido visitado? ¿Me visita
Dios?”
Por otro lado, el Papa subraya que el
otro día la Liturgia reflexionaba sobre tres momentos de la visita de Dios:
para corregir, para entrar en diálogo con nosotros, y para ser invitado a
nuestra casa. Cuando Dios quiere corregir –ha asegurado el Papa– invita a
cambiar de vida.
El Pontífice ha invitado a preguntarse
cómo está nuestro corazón, “hacer un examen de conciencia”, “preguntarse si sé
escuchar la palabra de Jesús” cuando llama “a mi puerta” y dice: “corrígete”.
Asimismo, el Papa ha precisado que cada
uno de nosotros puede caer en el mismo pecado del pueblo de Israel, en el mismo
pecado de Jerusalén: “no reconocer el tiempo en el que hemos sido visitados. Y
“cada día”, “el Señor nos visita”, “cada día llama a nuestra puerta”, ha
recordado. De este modo, el Papa ha pedido “aprender a reconocer esto para no
terminar en esa situación tan dolorosa”.
Y ha planteado más preguntas: “¿Haces
todos los días un examen de conciencia sobre esto? ¿Hoy el Señor me ha
visitado? ¿He escuchado alguna invitación, alguna experiencia para seguirlo más
de cerca, para hacer una obra de caridad, para rezar un poco más?”
Finalmente, el Santo Padre ha pedido que
el Señor “nos dé a todos nosotros la gracia de reconocer el tiempo en el que
hemos sido visitados, somos visitados y seremos visitados” para abrir la puerta
a Jesús y así hacer que “nuestro corazón sea más amplio en el amor y sierva en
el amor al Señor Jesús”.
Fuente:
Zenit