NO SOMOS NI BASURA NI DICTADURA, RESPONDE SACERDOTE ARGENTINO A FEMINISTAS

“La Iglesia no es una basura... no es una dictadura. Proclamamos valores morales absolutos por fidelidad a Jesús, en cuya Sangre y con cuya Gracia estamos seguros de que es posible vivirlos”

“¡Iglesia, basura, vos sos la dictadura!”, fue uno de los gritos que más se escucharon en la marcha del 31° Encuentro Nacional De Mujeres (ENM) el pasado 10 de octubre en Rosario, Argentina, consigna que suscitó una potente respuesta de parte un sacerdote que fue ampliamente respaldada en redes sociales.

“Quiero explicarte lo que pienso hablándote directamente a vos, que quizá estuviste en esa o en alguna otra marcha, y gritaste por la calle, o pintaste en una pared la mencionada consigna”, escribió en su cuenta de Facebook el P. Leandro Bonnin.

“Quiero que sepas que no es verdad. La Iglesia no es una basura, ni es una dictadura, ni la dictadura”, afirmó el Vicario Parroquial de Nuestra Señora de la Piedad, en Paraná, en la provincia de Entre Ríos.

“Todos los que formamos parte de la Iglesia somos pecadores, somos frágiles (...). Pero te puedo asegurar que hay muchas mujeres niñas, adolescentes, jóvenes, adultas, ancianas, muchas miles, millones de mujeres, que en la Iglesia, y tal vez sólo en ella, han encontrado alegría, consuelo, esperanza, libertad”, señaló.

“¿Te contaron alguna vez que los sacerdotes también acompañamos a las mujeres que son golpeadas a que puedan denunciar a sus agresores? ¿Y sabías que muchas veces los sacerdotes somos los primeros confidentes de mujeres que han sido abusadas en su infancia, o acosadas o violadas?”, explicó el P. Bonnin.

“Pero déjame que te diga aún algo más, que quizá no te caiga tan bien, pero es necesario que lo escuches, al menos esta vez. ¿Sabés la cantidad de veces que, como sacerdotes, nos ha tocado escuchar el desgarrador relato de una mujer, que no logra vivir en paz por el recuerdo de aquel hijito que abortó?”, sostuvo.

Agregó que “no te imaginás el dolor profundo, indeleble, que el aborto de uno o más niños deja en tantas mujeres... que después de 50 o 60 años continúan llevando esa herida. Y que, como sacerdote, una y otra vez, he tenido que intentar aliviar y suavizar, intentando ser un buen samaritano para ellas”.

“¿Entendés ahora un poco mejor por qué no podemos apoyar el aborto? No sólo por amor a los bebés - entre ellos, a las miles de mujercitas recién concebidas- sino también a las mujeres que ya los están gestando. Porque sé por experiencia que en cada aborto no muere solo un bebé, sino también una mamá”, afirmó el sacerdote argentino.

“Si vas a una parroquia vas a ver que nuestras comunidades no son perfectas”, continuó el P. Bonnin, “pero que ¡no obligamos a nadie a nada!. Que no vamos a la casa de la gente y les privamos de la libertad”.

“No salimos a ‘cazar brujas’, o a perseguir política o económicamente al que piensa diferente. ¡Esa imagen es completamente falsa! Te la vendieron, y la compraste, pero es un espejismo”, agregó.

Y afirmó: “La Iglesia no es una basura... no es una dictadura. Proclamamos valores morales absolutos por fidelidad a Jesús, en cuya Sangre y con cuya Gracia estamos seguros de que es posible vivirlos”.

“Anunciamos el valor de la vida y la familia. Anunciamos que la sexualidad es un gran don de Dios, que necesita siempre ser cuidado y respetado en su integridad para hacer felices a las personas. Estamos convencidos de que la maternidad y el rol de la mujer en la sociedad civil se pueden mantener unidos sin perjuicio de ninguno”, escribió el P. Bonnin.

“Le pido a Jesús, y a María, que puedas hacer experiencia de su Amor en esa Iglesia, contra la cual quizá gritaste... ésta que tiene como misión testimoniar la Misericordia del Padre y en cuyos sacramentos podés alcanzar la paz más grande y perfecta que jamás hayas imaginado”, expresó.

“Esa Iglesia que te quiere como una hija, aunque vos todavía no la reconozcas como Madre.

Esa Iglesia que reza por vos, para que seas feliz, para que encuentres la Verdad y el Amor. Y en ellos, la verdadera Libertad”, concluyó el sacerdote.


Fuente: ACI Prensa