Transparente por oración
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
Ayer por la tarde, durante el rezo, estaba desgranando
las cuentas de uno de mis rosarios al que tengo mucho cariño, porque me lo
regaló una monja cuando iba a hacer la Profesión Temporal. En su día era de
color rosa palo, pero, con el paso del tiempo, se ha ido transformando.
Juntos hemos pasado por cuentas gozosas, por cuentas
dolorosas, por muchas luminosas, y todas han desembocado siempre en cuentas
gloriosas. Y, poco a poco, este rosario ha ido reflejando lo mismo que mi
interior va viviendo.
Y es que, al pasar las cuentas, lentamente se va
quitando la pintura de cada una de las bolitas, y debajo está apareciendo la
bola totalmente transparente. Cuando la pintura se quita del todo, la bola
queda como nueva.
Siempre nos han dicho que un consagrado tiene que ser
completamente transparente, que se le pueda mirar desde cualquier prisma y que
deje pasar la Luz.
Aunque, sinceramente... creo que esto vale para todos.
Claro que no es algo que se consigue de la noche a la
mañana. "Pero", me dirás, "y ¿cómo?"
En nuestra formación Lety siempre nos habla de la
importancia de la naturalidad, y es lo que más me va ayudando en esto.
La naturalidad te invita a sacar a flote tu ser, lo
que llevas dentro, sin miedo a equivocarte; pero también es caminar en verdad,
es decir, saber que una y otra vez puede que tropieces, pero una y otra vez
estará ahí el Señor para levantarte y emprender juntos el camino. Y al verte
así, pobre, pero completamente amado por el Señor, no te importa soltar esas
caretas o esa apariencia de que vivías. Y, como la pintura rosa de las bolitas,
vas dejando las apariencias y comienzas a vivir de la auténtica libertad.
Hoy el reto del amor es vivir con naturalidad. Hoy
comienza el día mirando al Señor y, desde Él, vive con naturalidad cada
acontecimiento del día. Si lo haces así, sabrás a Quién acudir cuando algo te
quite La Paz. Y, si tropiezas, te engancharás de Su Mano. Y todo con la
confianza de que el rosario de tu vida, el que contiene tus misterios, está en
manos del Señor. Porque sólo cuando vivimos confiando en Cristo somos capaces
de ser naturales.
VIVE DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma