En la homilía
de este jueves en Santa Marta, el Santo Padre asegura que cuando un cristiano
vive sintiéndose “elegido” y “soñado” por Dios, “siente en el corazón una gran
consolación”
El papa Francisco, en la homilía de este
jueves en Santa Marta, ha pedido que los cristianos sientan siempre la
necesidad de ser perdonados y estén en camino hacia el encuentro con Dios. El
cristiano –ha asegurado el Santo Padre– debe sentir siempre sobre sí la
bendición del Señor e ir adelante para hacer el bien.
Haciendo referencia a la Carta de Pablo a
los Efesios, de la Primera Lectura del día, el Pontífice ha hablado de los
“rasgos de esta bendición” para un cristiano. El cristiano –ha asegurado– es
una persona elegida. Dios nos llama uno a uno, “no como una multitud oceánica”,
somos “elegidos, esperados por el Padre”.
Cada uno de nosotros, ha indicado, ha
sido soñado por el Padre como un padre y una madre sueñan al hijo que esperan.
Tal y como ha señalado el Papa, esto da una gran seguridad, “el Padre te ha
querido a ti, no a la masa de gente, no: a ti, a ti, a ti, a cada uno de
nosotros”. Esto –ha aseverado– es el fundamento, es la base de nuestra relación
con Dios. “Nosotros hablamos a un Padre que nos quiere, que nos ha elegido, que
nos ha dado un nombre”.
Frente a esto, el Papa ha observado que
se entiende cuando un cristianos “no se siente elegido por el Padre”, en cambio
cuando siente que pertenece a una comunidad “es como un ‘hincha’ de un equipo
de fútbol”, porque “el partidario elige a su equipo y siente que pertenece
a este club de fútbol”. Cuando
un cristiano vive sintiéndose “elegido” y “soñado” por Dios, “siente en el
corazón una gran consolación”, no se siente “abandonado”.
Por otro lado, ha explicado que el
segundo rasgo de la bendición del cristiano es el sentirse perdonado. De este
modo ha advertido que “un hombre y una mujer que no se siente perdonado” no es
plenamente un cristiano. Y todos “hemos sido perdonados con el precio de la
sangre de Cristo”.
Finalmente, el tercer rasgo que ha
señalado el Papa es que el cristiano “es un hombre y una mujer en camino hacia
la plenitud, hacia el encuentro con Cristo que nos ha redimido”. Al respecto,
el Santo Padre ha explicado que no se puede entender “un cristiano parado”.
Esta es la identidad cristiana:
bendecidos por ser elegidos, perdonados y en camino. Al
concluir ha pedido que “el Señor nos acompañe con esta gracia de la
bendición que nos ha dado, es decir, la bendición de nuestra identidad
cristiana”.
Fuente:
Aleteia