¿Dónde encontrar al Señor?
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
Hoy comenzamos nuestro tercer día de ejercicios, y es
un regalo poder dedicar estos días únicamente a estar con el Señor, a dejarnos
encontrar por Él, y reavivar la llama que nos ilumina y nos hace arder, a
reencontrar la única fuente que nos sacia y nos da Vida.
Y el Señor, cuando le damos un poco de nuestro tiempo,
no se deja ganar en generosidad. Ya desde los primeros días habla al corazón y
pone un camino para recorrer estos días.
Lo que más me ha llegado hasta ahora ha sido algo que
he escuchado: "Misericordia significa que Dios ha puesto su corazón en
nuestra miseria".
Tantas veces al día nos encontramos huyendo de nuestra
pequeñez, de nuestras pobrezas, de aquello que menos nos gusta de nosotros
mismos... Incluso lo intentamos ocultar, hasta que un tropezón deja patente que
realmente somos pobres, igual que los demás. Y, sin embargo, eso que tanto nos
cuesta mirar de nosotros mismos, es donde el Señor ha ido a posar su Amor.
¿Quieres experimentar cómo te ama el Señor?
Experiméntalo en tu pobreza, en tu pequeñez. Ésta es la experiencia que nos
hace cristianos: sentirnos plenamente amados por el Señor tal y como somos. Y
sólo desde esa vivencia brota un amor auténtico hacia todos los que nos rodean,
pero no un amor por esfuerzo, sino un amor por desbordamiento.
Así es Dios, Misericordioso, ha puesto su corazón en
nuestra miseria, ¿quieres encontrarlo? Él ya te ha encontrado a ti, habita en
esa parte de ti pobre, donde dejas que Dios sea Dios.
Hoy el reto del Amor es mirar las caídas de los demás
poniéndote en su lugar. Hoy pídele al Señor sentir como una madre que siente
con el hijo cuando le ve pasar un mal trago. O pídele recordar que esa misma
caída la tuviste tú... y actúa con esa persona tal y como has experimentado que
Cristo actuó contigo.
VIVE DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma