El grupo está abierto a todas las personas de la parroquia y de otros lugares. ¡Anímate y participa!
Dice una hermosa canción: “ven y descánsate, ven y descánsate en Dios. Y deja que Dios sea Dios, tu solo adórale”.
Solo podemos descansar de verdad en Él cuando por gracia divina tenemos una relación íntima con el Señor Jesús. Cuando hemos hecho experiencia del inmenso amor que nos tiene. Y esta relación íntima con Cristo solo es posible tenerla mediante la oración.
Dice San Agustín: “Tu oración es un coloquio con Dios. Cuando lees Dios te habla; cuando oras hablas tu a Dios”. Se trata de acercarnos a la Escritura en diálogo con Dios. Para comprender la Escritura es absolutamente necesaria la oración. Acercarnos a la Palabra con amor, con un corazón dócil dispuesto a escuchar, a dejarnos conmover por lo que el Dios vivo nos dice en cada momento.
El Papa Francisco en su exhortación apostólica “Evangelii Gaudium” señala: “hay una forma concreta de escuchar lo que el Señor nos quiere decir en su Palabra y dejarnos transformar por el Espíritu. Es lo que llamamos la lectio divina. La lectura de la Palabra de Dios en un momento de oración”.
Si el Papa actual, al igual que los anteriores, nos insisten continuamente en orar la Palabra es porque tiene que ser buenísimo, tanto para nosotros individualmente, como para la comunidad.
Por ello te invitamos a nuestras reuniones en las que profundizamos y oramos con la Palabra de Dios. No dejes de venir porque pertenezcas a otra parroquia. Aquí hay sitio para todos.
Ven y deja que el Señor te cure, que el Señor te sane, que el Señor te libere de tus pesos y angustias a través de su Palabra, porque es una PALABRA QUE DA VIDA, QUE RENUEVA Y REVITALIZA.
