Incrustados en un trozo
de acero fundido, ente los escombros de las Torres Gemelas tras el 11S, unos
versículos daban una lección divina
La
historia ya tiene su tiempo, pero ha resurgido con ocasión del decimoquinto
aniversario del atentado del 11 de septiembre de 2001. El 30 de marzo de 2002,
mientras los bomberos continuaban aún en su interminable esfuerzo por retirar
escombros, uno de ellos hizo un descubrimiento cuanto menos extraño: una
Biblia incrustada en un trozo de acero fundido. El libro sagrado, completamente
adherido al metal, estaba abierto por la página del Sermón de la montaña. En
2002, un bombero entregó estas páginas al fotógrafo Joel Meyerowitz, que
trabajaba en el lugar.
Cuando Joel Meyerowitz recibió el objeto,
inmediatamente quedó impactado
por el pasaje por donde el libro había quedado abierto:
“Oísteis que fue dicho: ‘Ojo por ojo y diente por diente’. Pero yo os digo: No
resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla
derecha, vuélvele también la otra”.
En 2012, Joel Meyerowitz donó el objeto
al museo en memoria del 11 de septiembre, donde se expone tal cual es.
Fuente:
Aleteia
