La reina
pide alzar la voz contra el fundamentalismo, el terrorismo y la violencia que
abusa de la religión
“Realmente admiro el trabajo que papa
Francisco ha hecho y está haciendo para fortalecer los lazos entre las
religiones. Él es un modelo para el diálogo interreligioso y la convivencia. Su
voz es tan necesaria en el mundo fragmentado de hoy”, dijo la reina Rania en la
entrevista exclusiva de Antonio Ferrari para el periódico italiano, Il Corriere della Sera,publicada
este 9 de septiembre de 2016.
La esposa del rey ‘Abd Allāh II de
Jordania encuentra loable que papa Francisco haya dicho con determinación que
no hay una guerra entre religiones, sino más bien que hayan extremistas que
usan la religión para sus fines violentos.
“Necesitamos más voces como la suya (la de
Papa Francisco). Ahora más que nunca. Tanto Su Majestad y yo hemos repetido
muchas veces que estos grupos extremistas no tienen nada que ver con la fe. Usan el Islam como presa para promover
los propios programas, y para dividirnos. En este momento, sin embargo,
explotan una religión que tiene como fundamento la paz, el perdón y la
tolerancia”, abundó.
La reina subrayó que la ideología
violenta de los extremistas está desencadenando una onda global de islamofobia, que se basa “en una
percepción errónea del
Islam y de los musulmanes”, y alimenta estereotipos.
Asimismo, revela que los violentos enemigos
del Islam buscan dividir. “Quieren que el mundo margine a los musulmanes y que
estos musulmanes, a su vez, se sometan a sus campañas de reclutamiento”, dijo
la reina de 46 años.
“Creo que es importante recordar que cada
religión tiene sus fundamentalistas, para los cuales la intolerancia es una
brújula más que la fe”, sostuvo.
En especial, remarcó que los mismos
musulmanes son parte de la solución al extremismo y la violencia. “Como
musulmanes, tenemos la responsabilidad de hablar en contra de estos extremistas,
y hablar libremente y sin temor de las verdaderas enseñanzas del Islam. No
podemos permanecer en silencio ante tanta injusticia”.
La reina de Jordania, Rania al-‘Abd
Allāh, recibirá en Italia el próximo 11 de septiembre el premio Humanitarian Award de manos del cantante italiano Andrea
Bocelli en la ciudad de Florencia.
Un reconocimiento a la labor de la reina
musulmana testimonio de vida, especialmente en beneficio de los niños y
de sus familias migrantes, víctimas de la crisis en Oriente Medio;
indistintamente cristianos que musulmanes.
Ni Walt Disney podía haber inventado un
personaje de fabula más encantador de lo que encarna en la realidad la reina
Rania; mujer musulmana elocuente, inteligente y
de una belleza angelicalmente distinguida.
Jordania es un país prospero que está
pagando los ‘platos rotos’ del terrorismo que colinda en su frontera común con
Siria (norte), Irak (noroeste) y el reino de Arabia Saudita (sur). Sin embargo,
es uno de los países que más acoge prófugos en su territorio, por ejemplo
socorre a unos650.000 refugiados de Siria, lo que equivale
aproximadamente al 10 por ciento de la población.
La reina Rania ha encontrado también al
Papa Juan Pablo II en 1999, fue uno de los primeros actos públicos de la
soberana, 8 meses después de su coronación. 15 años después recibió junto a su
esposo, el rey Abdullah, al papa Francisco.
Era el 24 de mayo de 2014, cuando el
Pontífice aprovechó la ocasión de su visita a Jordania para renovar su profundo
respeto y consideración dirigida a la comunidad musulmana de esa nación para
expresar su reconocimiento por el liderazgo del Rey y su esfuerzo en promover
“un más adecuado entendimiento de las virtudes proclamadas por el Islam y la
serena convivencia entre los fieles de las diversas religiones”.
Precisamente, del 7 al 8 de septiembre,
en el Vaticano, con el apoyo directo de Papa Francisco, se celebró el Primer
Encuentro de Diálogo Inter Cultural e Inter Religioso, copatrocinado por la
Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Instituto de Diálogo
Interreligioso de Argentina (IDI).
Durante la reunión, bajo los auspicios
del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, se discutió en cómo
mejorar la educación, proteger el planeta, promover nuevos espacios de diálogo
y el encuentro en todos los países de la región para acabar con los obstáculos
al entendimiento y la convivencia.
ARY WALDIR RAMOS DÍAZ
Fuente: Aleteia
