Creatividad en una botella
Acabábamos de despejar la mesa redonda para dar clase.
Cuando nos estábamos sentando, comenté:
-A ver dónde pongo mi botellita de agua...
-Ponla donde quieras -me contestaron extrañadas- ¡Anda
que no hay sitio!
-No -aclaré- la cuestión es encontrar un apoyo...
Resulta que unos días antes había dejado la botella en
el suelo y, en un despiste, la pisé, abollando toda la base. Ahora, para que se
mantenga en pie, tengo que dejarla apoyada en algo.
-Yo creo que esa botella pide unas vacaciones -me
sugirieron.
-Aún no... Estoy orando con ella. Creo que voy a hacer
un reto: para no caerse, apoyarse en Cristo.
-Pero qué incordio tener la botella así... ¿por qué no
la arreglas metiendo un palo? sugirió Verónica. Y, rápidamente, añadió para
convencerme- Eso puede ser el acompañamiento espiritual, que te devuelve la
forma cuando la pierdes...
-O, sencillamente, -dijo Lety- buscamos otra botella,
y listo. ¿El reto? Cristo te regala una vida nueva.
Todas nos echamos a reír. ¡La cantidad de retos que
pueden salir de una botella estropeada!
Lo que más me impresionó no fue la cantidad de
soluciones que me dieron en un momento, sino que todas las propuestas
"miraban al Señor": ¡en todas estaba Él!
Cristo tiene incontables caminos para llegar hasta
nosotros. Cada día tiene mil detalles para decirte que te ama, que está a tu
lado. Son tantos pequeños gestos de cariño, ¡que nos rebosa por completo, es
imposible captarlos todos! Empiezo a pensar que también en Él se cumple el
dicho de que "cuatro ojos ven más que dos"...
Hoy el reto del amor es compartir del Señor con
alguien. Al hablar, las experiencias compartidas enriquecen a todos. Te invito
a que hoy le pidas a Cristo poder percibir su amor en un momento de la jornada.
Y, al acabar el día, habla, llama o escribe a esa persona y responded a la
pregunta "¿Dónde has visto hoy al Señor?" Créeme, el compartir...
¡afina la vista! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma
