El cardenal Sarah,
durante una conferencia en Londres, invitó a los sacerdotes a volver a celebrar
hacia el Oriente, de espaldas al pueblo. Después de una aclaración con el Papa,
la nota de Lombardi
Parecía más que una
invitación, puesto que el que habló de ello, aunque en una conferencia y no en
un acto oficial, fue el cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación del
Culto Divino.
Hace una semana, al inaugurar el congreso de Sacra Liturgia en Londres,
el cardenal africano lanzó una especie de llamado a todos los sacerdotes del
mundo, invitándolos, empezando el primer domingo de Adviento (en noviembre de
este año), a celebrar la misa «versus Orientem», es decir con el altar hacia el
Oriente y de espaldas al pueblo, como se solía hacer antes de la reforma
conciliar.
Las palabras de Sarah
tuvieron eco en todo el mundo y encontraron el apoyo entusiasta en varios
sitios y blogs de los llamados tradicionalistas. También gustó que el cardenal
hubiera añadido que quería comenzar a estudiar la cuestión, de acuerdo con el
Papa, para llegar a una «reforma de la reforma» litúrgica, con el objetivo de
mejorar la sacralidad del rito. Un día después de la conferencia de Sarah, el
cardenal arzobispo de Westminster, Vincent Nichols, escribió una carta a sus
sacerdotes invitándolos a no celebrar la misa dirigiéndose hacia el este, como
había pedido el Prefecto del Culto Divino, sobre todo porque hay una
legislación vigente sobre esta materia.
En los últimos días, el
cardenal Sarah fue nuevamente recibido en audiencia por Papa Francisco. Y el
lunes 11 de julio por la tarde, el padre Federico Lombardi (el mismo día en el
que se anunció el nombramiento de su sucesor) hizo una declaración,
evidentemente de acuerdo con el Pontífice y con el cardenal, con la que
desmontó el valor de la invitación de Sarah y con la que incluso reprobó la
expresión «reforma de la reforma», que hace tiempo fue abandonada incluso por
Benedicto XVI.
«Es oportuna una precisión
—afirmó el vocero vaticano— después de las noticias que circularon tras una
conferencia que pronunció en Londres el cardenal Sarah, Prefecto de la
Congregación del Culto Divino, hace algunos días. El cardenal siempre se ha
preocupado, justamente, por la dignidad de la celebración de la misa, para
expresar adecuadamente la actitud de respeto y adoración por el misterio
eucarístico. Sim embargo, algunas de sus expresiones fueron malinterpretadas,
como si anunciaran nuevas indicaciones no conformes con las que hasta ahora se
dan en las normas litúrgicas y en las palabras del Papa sobre la celebración
hacia el pueblo y sobre el rito ordinario de la misa».
«Por ello, es bueno recordar
—continuó Lombardi— que la Institutio Generalis Missalis Romani (el
Ordenamiento General del Misal Romano), que contiene las normas sobre la
celebración eucarística y que todavía están plenamente vigentes, en el número
299 se dice: “Altare extruatur a pariete seiunctum, ut facile circumiri et in
eo celebratio versus populum peragi possit, quod expedit ubicumque possibile
sit. Altare eum autem occupet locum , ut revera centrum sit ad quod totius
congregationis fidelium attentio sponte convertatur” (es decir: Que el altar se
construya separado de la pared, para poder dar la vuelta alrededor fácilmente y
celebrar dirigiéndose hacia el pueblo, cosa que conviene realizar en donde sea
posible. Luego, el altar debe estar situado de manera que constituya realmente
el centro hacia el cual espontáneamente converja la atención de los fieles)».
«Por su parte, Papa Francisco
—afirmó el portavoz vaticano—, en ocasión de su visita al dicasterio del Culto
Divino, recordó expresamente que la forma ‘ordinaria’ de la celebración de la
Misa es la que prevé el misal promulgado por Pablo VI, mientras que la forma
‘extraordinaria’, que fue permitida por Papa Benedicto XVI para las finalidades
y con las modalidades que él explicó en el ‘motu proprio’ ‘Summorum
Pontificum’, no debe sustituir a la forma ‘ordinaria’».
«No están previstas, pues,
nuevas directrices litúrgicas a partir del próximo Adviento —aclaró Lombardi—,
como algunos han impropiamente deducido de algunas palabras del cardenal Sarah,
y es mejor evitar el uso de la expresión ‘reforma de la reforma’, refiriéndose
a la liturgia, puesto que a veces ha sido fuente de equívocos. Todo esto fue
concordado durante una reciente audiencia que concedió el Papa al mismo
cardenal Prefecto de la Congregación del Culto Divino».
Fuente: Vatican Insider
