Dale su tiempo
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
Normalmente, antes de echarme un poco de siesta, suelo
estar un ratito con el Señor. Me paso por el Oratorio del Noviciado, donde está
Él presente y real, y le entrego la mañana, o escucho un poco de una charla o
una canción que me hable de Él.
Sin embrago, ayer estaba muy cansada, y, cuando
llegamos de la comida, sólo pensaba en tumbarme un poco a descansar.
Cuando ya estaba en la cama, me acordé de Él, y le
dije que lo haríamos al revés: primero descansaba un poco y después me
levantaba con tiempo para estar un poco con Él.
Para mi asombro, me desperté unos 15 minutos antes de
que sonara el despertador. Pero tampoco es que me levantara corriendo, sino que
me fui despejando hasta que se hizo la hora prevista.
Me levanté y me surgió ponerme una charla que había
comenzado a escuchar por la mañana. Lo más asombroso es que, justo cuando
estaban comenzando a sonar las campanas que nos despiertan para ir a Nona, fue
cuando terminaba la charla. ¡Él había contado hasta con el tiempo que tardo en
despejarme!
Ahí me di cuenta de que el Señor también quiere sus
ratos.
Y me acordé de tantas personas que durante el verano
se sienten descolocadas con respecto al Señor: cambios de horarios, lugares
distintos, actividades nuevas... Y parece que en verano hay tiempo para todo...
pues me di cuenta de que el Señor también quiere su tiempo.
Es verdad, Él ya se encargará de ponértelo fácil, sólo
necesita que tú quieras vivirlo de Su mano.
Sólo Él puede llenar cada momento de tus vacaciones de
vivencias que llenan de verdad. Sólo Él te da la alegría que perdura y el amor
necesario para convivir tan estrechamente.
Hoy el reto del Amor es dejar un hueco de tus
vacaciones al Señor. Quizá necesites parar unos días con Él en algún lugar de
retiros, o que prepares un horario en el que le dejes lugar para un ratito de
oración...
¿Quién sabe de qué forma te sorprenderá? Lo que es
seguro es que, te toque trabajar o estar en casa, de vacaciones o sin ellas, Él
quiere vivir estos días contigo.
¿Le dejarás abrirse hueco?
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma
